La céntrica Puerta del Sol fue ayer el escenario de un tenso encuentro entre los participantes de la marcha laica que llenó de insultos, agresiones y muestras de intolerancia laicista -con la excusa de manifestarse contra la financiación pública de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)- contra la Iglesia, el Papa, el Vaticano y los peregrinos.
La policía se vio obligada a desalojar la plaza de los manifestantes radicales, acción que dejó como saldo ocho detenidos y once heridos leves, entre ellos dos policías nacionales.
En la víspera de la llegada del Papa Benedicto XVI a España y guiados por el lema ´De mis impuestos, al Papa cero´, unas 8.000 personas según la Delegación del Gobierno y 4.000 según la Policía Nacional los "anti-Papa" se trasladaron desde Tirso de Molina hacia la Puerta del Sol para protestar contra la supuesta inversión de dinero público en la celebración de la JMJ, hecho que ha sido reiteradamente desmentido por parte de las autoridades eclesiásticas y gubernamentales.
Los organizadores de la manifestación, que contó con la autorización de la Delegación del Gobierno, fueron Europa Laica, Redes Cristianas y ateos y librepensadores de Madrid (AMAL) junto con otras 150 organizaciones y el apoyo de IU.
Numerosas fueron las pancartas desplegadas durante la marcha por parte de los manifestantes, desde las respetuosas "separación Iglesia-Estado" hasta las más agresivas como "No se puede ser católico y mayor de edad" pasando por alusiones al Papa por el que pedían compasión: "Perdónale señor porque no sabe lo que hace".
Gran número de los anti-Papa estaban ataviados con banderas republicanas y de arcoiris del movimiento gay, lésbico y transexual que gritaban frases insultantes como "Menos viajecitos y más papeo a los negritos", "Cerrad el Vaticano. Guantánamo mental no" o "Mejor perroflauta que pastor alemán" y otras como "Menos religión y más educación".
A su llegada a Sol, repleto de jóvenes peregrinos, la Policía Nacional se vio obligada a reforzar el cordón de seguridad en torno a la marcha dado la avalancha de reproches que los laicistas profirieron contra los peregrinos.
"Pederastas", "Iros a misa", y "vuestro Papa es un nazi" fueron algunos de los gritos que fueron respondidos por el "Viva el Papa" o "¡Benedicto!" acompañado de palmas de los jóvenes católicos.
Los radicales también exhibieron preservativos inchados frente a los crucifijos de los católicos -en los que se podía leer "Yo follo y con condón"- y les han recriminado su estancia en la capital: "Esa mochila la he pagado yo", "Esta plaza no es vuestra" o "Fuera, fuera, fuera" han sido los reproches más repetidos.
La agresividad de los laicistas fue en aumento hasta el punto que acorralaron a varios grupos de jóvenes en la calle Mayor por lo que el personal de la Policía Nacional tuvo que proteger y desalojar a los seguidores de Benedicto XVI por la calle del Arenal.
Más adelante un grupo de radicales agredió a golpes y patadas contra unos veinte jóvenes católicos que estaban en la calle Mayor. Seguidamente ha lanzado botellas y papeles a los antidisturbios, en ese momento la policía comenzó a cargar con porras de goma desde la calle Arenal.
Las cargas policiales llevaron consigo diferentes detenciones y el corte de todos los accesos a la Puerta del Sol así como el cierre de todas sus bocas de metro.
Los deplorables incidentes vividos anoche confirman las sospechas y advertencias de las autoridades madrileñas que aconsejaron a la delegada del Gobierno en Madrid, María Dolotres Carrión, que no diera autorización a la manifestación laica para evitar disturbios.
Los indignados también estuvieron presentes en la "batalla campal": "No te cueles, hay que cambiar el sistema" en alusión a uno de los mensajes del movimiento invitando a los parados a colarse en el metro y no pagar la multa en protesta por la subida del billete de metro sencillo pero, especialmente, por el precio especial que han recibido los peregrinos.
Los indignados realizaron burlescas actuaciones de monjas, Papas y diablos, posando ante las decenas de fotógrafos cubrieron el acto.