Un exquisito trabajo artesanal de confección y bordado a mano. Así puede describirse la elaboración de las prendas, que llevarán los sacerdotes, obispos y cardenales en los diferentes eventos de la Jornada Mundial de la Juventud, además de algunos de los ornamentos, como lienzos y manteles que lucirán los altares de Cibeles y Cuatro Vientos.
Las encargadas de esta tarea son 30 empleadas de la empresa Talleres Arte Granda, quienes han cosido 13.000 casullas para los sacerdotes, 1.000 para los obispos y 60 para los cardenales, todas ellas con sus respectivas mitras. Su trabajo comenzó en septiembre del año pasado, cuando el taller ganó el concurso, gracias a los tres diseños de casullas de su directora técnica, Pilar Romero, cuyo punto de partida fue el escudo de la JMJ. «Para los tres diseños se escogieron colores cálidos que representan el sentimiento de acogida que Madrid quiere darle a los peregrinos», explicó Pilar Romero.
Uno de los trajes que se diferenciará al de los demás es el del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, confeccionado en color dorado y que llevará en la misa en la Plaza de Cibeles el martes 16 de agosto. Pero el secreto mejor guardado es un obsequio que Talleres Granda ha confeccionado para el Papa Benedicto XVI. Se trata de dos casullas, igualmente elaboradas a mano y con un diseño muy especial, que serán «como el vestido de novia». Solo se conocerán en el último momento cuando las vista el Santo Padre, una en la misa con los seminaristas en la catedral de la Almudena, el sábado 20, y la otra, en Cuatro Vientos, el domingo 21. El único detalle que han desvelado sobre estos trajes es que Madrid estará representado en su diseño.
Para este trabajo han sido necesarios 45.000 metros de damasco de poliester blanco, y en cada una de las casullas se han empleado unas dos horas de trabajo. «Ha sido una labor muy agotadora, pues además de las ocho horas diarias que pasamos en el taller, muchas nos llevamos trabajo para casa», dijo Aurora Sancho, quien lleva 38 años en el taller.
Pero el trabajo de Talleres Granda no se limita a la confección de las casullas, también serán ellos los encargados de entregarlas en Cuatro Vientos. La responsable de comunicación, Mari Carmen Fernández, indicó que cerca de 200 voluntarios permanecerán en vela la noche del sábado para repartir las de los sacerdotes por las sillas. Por su parte, las de los obispos y cardenales se entregarán en un hangar de la base aérea que hará las veces de sacristía.
Granda también se ha encargado de la ejecución de algunas piezas diseñadas por el arquitecto Ignacio Vicens, como son las dos sedes para el Santo Padre y dos ambones; 14 sillas y reclinatorios para los obispos, los cardenales y los Reyes; siete sillas para los diáconos; un atril; la base para la Cruz y el icono de la JMJ y el manto pluvial que utilizará el Papa en la vigilia del sábado 20, en la exposición del Santísimo. Al terminar la JMJ estas prendas y los diferentes ornamentos serán donadas a las iglesias más necesitadas del mundo.
Esta no ha sido la primera vez que estos talleres se embarcan en este tipo de aventuras. En 2006, confeccionaron la sede para el Pontífice en la Jornada Muncial de la Familia en Valencia y, anteriormente, en 1982, realizaron la silla que utilizó Juan Pablo II en su visita a España y que a partir del 15 de agosto, estará expuesta en la tienda, que tienen en la calle Mayor de Madrid.