El Papa Benedicto XVI y el beato Juan Pablo II no son encubridores de abusos sexuales, reiteró y aseguró enérgicamente el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi.
En conferencia de prensa en el Hotel Hotsson en la ciudad mexicana de León, el sacerdote explicó que "los Papas nunca encubrieron estos temas. No es verdad que fueron encubridores. Al contrario".
Las afirmaciones del presbítero jesuita se dieron luego que fuera preguntado por una supuesta reunión del Papa, que no confirmó ni negó, con víctimas del crimen organizado. El periodista que hizo la pregunta cuestionó sobre la realización de esta reunión y no de un encuentro con víctimas de abusos sexuales.
El P. Lombardi recordó una vez más, como ya ha hecho en muchas otras oportunidades, que el Papa Benedicto XVI “ha hecho verdaderamente mucho para ir contra estos problemas y poner en camino en la Iglesia medidas fundamentales”.
“No es justo considerar al Papa Benedicto XVI como alguien que haya trabajado en contra de la verdad y la transparencia”, agregó.
Sobre si el Beato Papa Juan Pablo II conocía la doble vida de Marcial Maciel, fundador de los legionarios de Cristo, el P. Lombardi reiteró que el Papa Peregrino “hay muchos testimonios en la misma línea (de Benedicto XVI). Toda su vida y su manera de hacer las cosas lo dejan claro”.
Juan Pablo II, explicó el sacerdote, “desconocía la vida secreta de Maciel. De hecho en su causa de beatificación se preguntó específicamente sobre este tema y hay una declaración solemne" del Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato, que precisa el asunto.
El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede dijo luego que un encuentro del Papa con las víctimas de abusos sexuales por parte de algunos miembros del clero se da cuando los obispos lo solicitan, cuando existe ya un proceso de reconciliación y cuando las personas solicitan que se haga de manera privada y reservada, y no mediática como ha ocurrido en el caso de México.
“El centro de este viaje a México es el encuentro del Papa con el pueblo mexicano que deseaba verlo y que para hacerlo tiene un tiempo limitado”, agregó.
Si los que solicitan ver al Papa lo hacen de forma agresiva “y no quieren entrar en un diálogo profundo”, continuó el P. Lombardi, “en ese sentido no se da la premisa de un encuentro” del Santo Padre con los afectados.
Finalmente el sacerdote recordó que la Iglesia se ha referido a este tema en muchas ocasiones y ya ha tomado las medidas necesarias para combatir este flagelo y colaborar así, como dijo el Papa en la Plaza de La Paz en Guanajuato esta sábado 24, a que la sonrisa de los niños nunca se apague.