Decenas de miles de personas asistieron en el Circo Massimo de Roma, en una noche desapacible, a una vigilia con motivo de la beatificación de Juan Pablo II en la que intervino el que fuera su secretario particular Stanislaw Dziwisz y su portavoz, el español Joaquín Navarro Valls.
Asimismo, participó la monja francesa Marie Simon Pierre, de 51 años y cuya curación, de manera inexplicable para la ciencia, de la enfermedad de Parkinson que padecía ha abierto las puertas a la beatificación de Karol Wojtyla.
A pesar de la lluvia caída durante la tarde, los fieles -entre ellos miles de polacos, españoles, franceses, croatas, libaneses y de otras nacionalidades- han desafiado el mal tiempo y llenaron el famoso recinto romano para carreras de carros.
En el Circo Massimo ondean cientos de banderas españolas, polacas, italianas, mexicanas, libanesas, croatas y de otros países, así como pancartas y fotos gigantes de Juan Pablo II.
La vigilia comenzó con un video de Juan Pablo II del año 2000 durante la Jornada Mundial de la Juventud de Roma, en la que decía a los jóvenes que la Ciudad Eterna no olvidaría “ese estruendo”, y prosiguió con el canto “Jesus Christ you are my life”, interpretado por el Coro de la Diócesis de Roma y de la Orquesta del Conservatorio de Santa Cecilia.
Después se conectó con cinco santuarios: el de la Virgen de Guadalupe, en México; Fátima, en Portugal; Lagniewniki, en Polonia; Kawekamo-Bugando, en Tanzania, y Notre Dame del Líbano, a los que estaba muy ligado Juan Pablo II.
“Se ve, se siente, el Papa está presente”, cantaron los miles de fieles reunidos en el santuario mexicano.
La vigilia estuvo articulada en dos partes, la primera de las cuales, la Celebración de la Memoria, comenzó con una procesión de 30 jóvenes romanos con antorchas que homenajearon la imagen de Maria Salus Populi Romani, la patrona de Roma, presente en el escenario.
Después intervinieron Navarro Valls, la religiosa Marie Simon Pierre y Dziwisz, actual cardenal de Cracovia.
La segunda parte fue la Celebración de los Misterios Luminosos del Santo Rosario, que fueron introducidos por Juan Pablo II durante su papado.
El rosario se recitó en conexión directa con los cinco santuarios antes citados: en Guadalupe se pidió por la esperanza y la paz de los pueblos, en Fátima por la Iglesia, en Lagniewniki por los jóvenes, en Kawekamo-Bugando por la familia y en Notre Dame del Líbano por la evangelización
Al final, el papa Benedicto XVI impartió la bendición apostólica desde el Vaticano.
Un total de 2.300 periodistas están acreditados para cubrir este acto, que será transmitido por 1.300 estaciones televisivas y 250 radios de 101 países.
El Vaticano creó en las redes sociales en internet los llamados “Centinelas digitales” para promover la beatificación de hoy de Juan Pablo II, el Pontífice que usó todos los medios de comunicación a su alcance para divulgar su mensaje.
El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Radio Vaticano, el Centro Televisivo Vaticano junto con la Oficina de Comunicaciones Sociales del Vicariato de Roma se unieron para una iniciativa inédita.
“Hemos formado grupos de fieles, jóvenes y menos jóvenes, que en el web y sobre todo en Facebook y Twitter llevan al mundo digital el testimonio y la enseñanza del nuevo beato”, explicó a la prensa Walter Insero, del Vicariato de Roma.
Gracias a los “centinelas digitales” será posible ver en directo las celebraciones de la beatificación a través del canal oficial en Twitter, con Facebook y la página internet de Radio Vaticano.
El proyecto de los “Centinelas digitales” fue lanzado el pasado 5 de abril y ha tenido una óptima acogida además de un gran impacto mediático.
“Casi 1.000 personas (periodistas especializados, expertos de comunicación) seguirán la transmisión en directo en Twitter y más de 3.000 personas en Facebook se han unido al grupo de “Centinelas”, aseguró Walter Insero.
Se han expedido más de 40.000 postales digitales con frases de Juan Pablo II destinadas a los jóvenes gracias al servicio Pope2You.
Los jóvenes “son centinelas que habitan el web y frecuentan la plaza digital, no para perder tiempo o aislarse, sino sobre todo para servir de testigos y evangelizadores en la web”, afirmó Insero.