Este hombre tiene todo el derecho del mundo a entrar en el Libro Guinness de los Records. A lo largo de su pontificado ha batido todas las marcas de sus predecesores. Tanto, que pocos meses después de ser elegido lo llamaron el Huracán Wojtyla.
Visitó 129 países. Hizo 104 viajes fuera de Italia y 146 dentro de este país. Recorrió más de 1.200.000 kilómetros, más de tres veces la distancia de la Tierra a la Luna o el equivalente a 30 vueltas al mundo.
Según el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos dijo que Juan Pablo II “se lanzó con fervor y con audacia a todas las partes del mundo. Visitó cientos de países, no por turismo o curiosidad sino para anunciar el Evangelio de paz de Nuestro Señor Jesucristo”.
Celebró la Misa más multitudinaria de la historia. Fue en Filipinas, durante la Jornada Mundial de la Juventud Manila 1995. Asistieron más de 4 millones de personas.
El cardenal Gaudencio Rosales, arzobispo de Manila (Filipinas) recuerda que “el portavoz del Papa comentaba que la multitud impedía el paso del “papamóvil”. Tuvimos que caminar dos kilómetros para llegar al escenario. Se suponía que empezaba a las 9 y empezamos hacia las 11. El portavoz describió la JMJ de Manila como un exceso de éxito”.
El arzobispo Renato Boccardo, ex organizador de Viajes Papales recuerda que “Había gente detrás de unos muros, que no podían ver nada, no tenían una radio para escuchar, pero decían, el Papa está aquí, yo no puedo faltar. Ha sido un testimonio de fe, pero una fe encarnada que fue muy conmovedor”.
Pero también celebró Misas con poco aforo como la que celebró ante 200 personas en una visita a los países nórdicos en 1989 o en Azerbayán en mayo de 2002. Se convirtió en el primer Papa que visitaba aquellos lugares.
El ex portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls afirma que, “El Papa ya no podía caminar, era un sacrificio tremendo para él hablar en la situación en la que se encontraba y se fue a Azerbayán, donde el número total de católicos era inferior a los 200 y el Papa quiso ir porque valoró que ese grupo, ese puñado de católicos que había en ese país, tenía el derecho de celebrar la Misa, de estar con el Papa como si fuera un país en el que hubiera 200 millones de católicos”.
Las cifras de su pontificado son impresionantes. Fue el primer papa no italiano en 455 años y el primer papa eslavo de la historia. Su pontificado duró 26 años y 5 meses, el tercero más largo después del de Pío IX y el de San Pedro. Como obispo de Roma realizó 301 visitas a parroquias de Roma.
Celebró 1.160 audiencias generales a las que asistieron más de 17.640.000 personas. Nombró 231 cardenales de todos los continentes.
Se reunió con casi 1.600 jefes de Estado y de Gobierno. Ninguna otra persona se ha dirigido jamás a tanta gente en contextos culturales tan diversos.
Se dirigió en muchas catequesis a los niños, a quienes llamaba “los pequeños amigos de Jesús”. Juan Pablo II fue también el primer papa que dedicó a los niños un documento papal, en este caso una carta pastoral.
Fue también un gran escritor. Firmó más de 100 documentos solemnes, entre ellos 14 encíclicas, 45 cartas apostólicas y 14 exhortaciones apostólicas. Leyó más de 100.000 páginas de discursos.
Proclamó a más santos y beatos que todos sus predecesores juntos: canonizó a 482 personas y proclamó 1.338 beatos.
El arzobispo Piero Marini, Maestro de Ceremonias de Juan Pablo II dice que “Juan Pablo II proclamó más santos que todos los los demás papas juntos, desde Urbano VIII hasta Pablo VI”.
Fue un innovador en el diálogo con personas de todas las religiones: el primer papa moderno que visitó una sinagoga, el primero que entró en una iglesia protestante o el primero que estuvo en una mezquita. Promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones y los convocó en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís en octubre de 1986.
Récords que reflejan la energía personal del Papa y su incansable dedicación a la Iglesia. Un pontificado lleno de logros que marcarán para siempre la historia del catolicismo y del cristianismo del tercer milenio.