Se acabaron las contemplaciones: «El País» acaba de recibir este domingo, de manos del secretario de la Conferencia Episcopal Española, un golpe del que tardará en reponerse, porque deja su credibilidad informativa por los suelos.
Juan Antonio Martínez Camino, también obispo auxiliar de Madrid, no ha buscado las medias tintas, y en un artículo publicado en EcclesiaDigital.es califica al periódico de Prisa como «diario antirreligioso y anticatólico», a pesar de que, señala, «pocos diarios generalistas dedican tantas páginas a la religión y, en particular, a la Iglesia católica».
Pero, denuncia monseñor Martínez Camino, «se trata casi siempre de informaciones sesgadas o de opiniones basadas en prejuicios, cuando no en manifiestas falsedades».
Como ejemplo, un artículo-editorial de este sábado, titulado «Groserías contra la mujer», en el que para asegurar que la Iglesia mantiene «inquina inveterada» contra la mujer, se afirma que, según Santo Tomás de Aquino, Dios no debería haberla creado.
«Es posible que más de un lector asiduo del diario antirreligioso y anticatólico se haya tragado tamaña bola. Al fin y al cabo, los estómagos ayunos de otra cosa han de llegar a acostumbrarse, mal que bien, incluso a ponzoñas hediondas. Pero supongo que también más de un lector se habrá sentido al menos tentado de pensar que eso parece un poco demasiado: que los clérigos que siguen a Santo Tomás no pueden sostener esa inmensa estupidez», escribe Martínez Camino.
Y enseguida explica la ignorancia del «consejero religioso» de El País, que, desconocedor de la estructura de la Suma Teológica, confunde las afirmaciones que Santo Tomás rebate, con afirmaciones del propio Santo Tomás.
Guiado por la honestidad intelectual que permea la mayor obra teológica en la historia de la Iglesia, el Aquinatense siempre expone las ideas de los demás junto con los argumentos con los que los demás las defienden, para luego pasar a contestarlos. El «consejero religioso» de El País ni se entera de eso, y reproduce como propias del santo las ideas que el santo critica, a saber, que Dios no habría debido crear a la mujer porque es ocasión de pecado para el hombre.
Contestando este error, Santo Tomás explica que «si Dios hubiera quitado del mundo todo aquello de lo que el hombre toma ocasión para pecar, el universo habría quedado imperfecto. No debió suprimir lo que es un bien general para evitar un mal particular: menos aún, dado que Dios goza de un poder tal, que es capaz de ordenar cualquier mal hacia el bien».
«Sin la mujer el universo, la creación de Dios, habría quedado sin terminar», remata por su parte Martínez Camino, antes de aconsejar a El País que «groserías contra el sentido común como ésta van a acabar por desanimar incluso a sus más fieles aprendices de anticlericales y de ateos».