Tras recibir en audiencia al cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Papa Francisco ha autorizado que se promulguen los decretos que reconocen sendos milagros atribuidos a la beata francesa Marie Rivier, fundadora de las religiosas de la Presentación de María, muy conocidas por sus colegios, y a la Venerable italiana, Maria Carola Cecchin (nacida Fiorina), pionera misionera del Cottolengo en Kenia a principios del siglo XX.
Con esos milagros reconocidos, Marie Rivier será proclamada santa, y Maria Carola Cecchin será declarada beata.
Una niña enferma que hizo una promesa a la Virgen
Maria Rivier empezó como una niña enferma y con raquitismo, fundó una congregación a los 28 años con 4 compañeras y hoy las Hermanas de la Presentación de María gestionan 104 escuelas con 47.000 alumnos, unos 2.400 colaboradores y casi 1.900 asociados. También impulsan hogares para enfermos, ancianos y discapacitados. Son unas 1.000 religiosas organizadas en 150 casas en Francia, España, Portugal, Suiza, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Japón, Filipinas, Camerún, Burkina Faso, Gambia, Mozambique y Senegal. La casa madre está en Bourg-Saint-Andéol, en Francia.
Ana Maria Rivier nació el 19 de diciembre de 1768 en Montpezat-sous-Bauzon, Ardeche, Francia. A los dos años cayó de la litera donde dormía y se fracturó la cadera. No podía mantenerse de pie ni con muletas. Sus brazos y piernas eran muy débiles y no se desarrollaban bien.
Su madre la llevaba cada día a la capilla de los Penitentes donde se veneraba una imagen de la Virgen con el Cristo yaciente en sus brazos. La niña le pedía a la Virgen que le curara, a veces incluso le decía: "¡Si no me curáis, me enfadaré con vos!". El día de la Natividad de la Virgen, con 5 años, comprueban que la pequeña puede caminar con muletas. Más adelante, la niña le decía a la Virgen: "si me curas, yo te traeré muchos más niños".
Después, a los 9 años, se cayó de una escalera y se rompió una pierna. El cirujano la recolocó y su madre la frotaba con aceite de la lámpara de la Virgen de Pradelles. Unas semanas después, el 15 de agosto, siguiente, uno de sus tíos le dijo a la niña: «Levántate e intenta caminar»... y la pequeña Marie logró caminar ya sin muletas.
Maestra frágil y valiente durante la Revolución francesa
Siempre será de pequeño tamaño y salud frágil, pero ahora ya nada le frena en su entusiasmo por aprender, dar catequesis, enseñar a niños y cuidar enfermos. A los 17 años intentó entrar en una congregación religiosa, pero no le dejaron por su mala salud.
Retrato oficial de Marie Rivier, fundadora de la Presentación de María
Se volcó como maestra en una escuelita parroquial a la que iban muchos niños pobres y algunos más pudientes. El párroco había dudado de que ella, frágil, de un metro y 30 cm, pudiera mantener el orden y respeto necesario, pero muestra ser una magnífica maestra, a la vez exigente y cariñosa, tenaz y con una alegría contagiosa.
A partir de 1789, con la Revolución francesa y sus persecuciones al clero, ella organizó encuentros de oración en su casa. Luego, en 1796, con cuatro compañeras, en la fiesta de la Presentación de María en el Templo, lanzó su congregación para evangelizar y servir a los niños. Murió en 1838 y cuatro años después sus religiosas llegaban a Canadá y empezaban su expansión. Hoy están en 14 países.
El obispo aprobó sus constituciones en 1801, por lo que las religiosas estos días celebraban sus 220 años. En 1982, Juan Pablo II celebró la beatificación de la fundadora. Ahora, 40 años después, reconociéndose un milagro, en 2022 podrá ser canonizada.
Documentación sobre el milagro de Marie Rivier recogida en Filipinas justo antes de enviarla a Roma
El milagro reconocido por la Iglesia sucedió en 2015 en Bohol, Filipinas, donde las religiosas tienen un colegio en la localidad de Clarín. Se trata de la curación de una bebé muy prematura. Parece un milagro adecuado para una santa cuidadora de niños que fue ella misma niña enferma y de miembros mal desarrollados.
(Sobre María Rivier hay un musical español de 2003 llamado 'Fuego' con canciones interesantes, útil para pastoral vocacional y para rezar, que se puede escuchar aquí)
Una pionera de la mujer misionera en África
Francisco ha reconocido también un milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios Maria Carola Cecchin (nacida Fiorina), religiosa de las Hermanas de San José Benedicto Cottolengo (cottolenguinas) que nació en 1877 en Cittadella (Italia) y murió a los 48 años por enfermedades que contrajo como misionera en África, cuando volvía a Italia en un barco de vapor el 13 de noviembre de 1925.
Su cuerpo, envuelto en una sábana, se arrojó al Mar Rojo, según la norma sanitaria de la época. Francisco reconoció sus virtudes heroicas hace poco, en 2020.
A los 22 años, el 6 de enero de 1899, hizo su profesión religiosa como religiosa cottolenguina. Era cocinera. Después, se presentó voluntaria en 1905 para ir a Kenia como misionera. Era una misión conjunta de misioneras de la Consolata y de cottolenguinas. Debían ser capaces de enseñar a leer y escribir a los niños, enseñar el catecismo y tener habilidades médicas y de enfermería. Era el tercer grupo de religiosas italianas que llegaba al país.
Los retos en África eran numerosos. Primero en una localidad, luego en otra, era la primera en llegar a espacios donde simples chozas eran su primer alojamiento. Ella intentaba poner en marcha las misiones y mejorar las instalaciones que luego otros heredarían. El clima, las condiciones y el idioma se acumulaban como retos. El trabajo conjunto de dos congregaciones distintas a veces causaba roces. Estuvo 20 años seguidos en Kenia, sin descansos.
La religiosa de la izquierda de la foto es Maria Carola Cecchin en Kenia
Las enfermedades que fueron golpeando a las hermanas la debilitaron también a ella. En 1925, por orden de Benedicto XV, fueron repatriadas las 44 religiosas cottolenguinas de Kenia. La última, ya gravemente enferma, fue Maria Carola, que murió en el barco, el vapor 'Porto Alessandretta'.
Dejó el recuerdo de ser una religiosa paciente y amable en circunstancias duras, de caridad heroica, perseverante en la esperanza, amor a la Cruz, pocas palabras y acción tenaz, con la mirada puesta en el Cielo. El proceso diocesano sobre sus virtudes empezó en 2014 en Piamonte.
El milagro reconocido para su beatificación es la reanimación de un bebé "en ausencia prolongada de actividad cardíaca, respiratoria y neurológica", evento sucedido en 2013 en Meru, Kenia, uno de los lugares donde la religiosa fue misionera.