John, deán de St Albans, unido civilmente a otro sacerdote aunque considerado célibe, era uno de los favoritos a ese cargo y contaba también con el visto bueno del primer ministro conservador, David Cameron, que debía proponer su nombre a la reina Isabel II, como jefa de la Iglesia de Inglaterra.
Sin embargo, los líderes anglicanos, temerosos de una escisión en el seno de esa comunidad anglicana en el caso de que se hubiera elegido a un obispo homosexual, optaron por Tom Butler, informan diversos diarios británicos.
«Estas son noticias dolorosamente decepcionantes para Jeffrey, quien ha vivido una semana en la que su identidad y reputación han sido expuestas, analizadas y atacadas una vez más por fuerzas conservadoras de la iglesia de una forma que sólo puedo describir como venenosa», dijo el reverendo Colin Coward, director de Changing Attitude (Cambiando Actitudes), un grupo que busca la promoción de una «integración completa» de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en la comunidad anglicana.