Al salir del metro cairota en esta parada se llega a la Basílica de Santa Teresita, construida el año 1930. Al lado, se construyó también un convento en 1939, que servía de lugar de parada para los misioneros que iban al Oriente, a la India y China.
Según cuentan los carmelitas descalzos que la atienden, las visitas a la basílica son constantes, a pesar de que la mayoría de la población egipcia es musulmana. Muchas de las visitas son de musulmanes, mujeres sobre todo.
Ante la cripta donde hay una imagen de Santa Teresita, como muerta, debajo del altar, "se asoman, tocan el vidrio de protección, lo besan muchas veces, y hacen sus oraciones", cuentan los frailes. "Una mujer anciana, daba vueltas al altar, besaba la vidriera, como suelen dar vueltas a la tumba de Mahoma. En muchas partes de la Basílica se encuentran pequeñas placas de agradecimiento a Santa Teresita, en 26 lenguas, indicando la internacionalidad de la Santa".
Los carmelitas descalzos mantienen en Egipto dos pequeños hospitales, uno en El Cairo y otro en Alejandría; pero, sólo en El Cairo, son diez mil las consultas mensuales y, de 500 a 600, las intervenciones quirúrgicas. Es un milagro cómo pueden atender a tanta gente. Hay unos 90 empleados y 70 médicos. El hospital se mantiene con lo que la gente puede pagar. El instrumental médico y quirúrgico viene de Francia. Alemania, Italia, España...
Las reliquias de esta santa, patrona de las misiones, están desde el 25 de junio en el otro extremo de África, en la República Sudafricana, centro de la atención del mundo con el mundial de fútbol. Ahora están en Johannesburgo, y el día antes de la final del campeonato del 11 de julio tendrá lugar una vigilia de oración en la Catedral de Cristo Rey de la ciudad. Incluso tiene su propia página web para esta visita: www.sttheresesouthafrica2010.com