Las primeras voces que se han alzado desde el ámbito político reclamando la insumisión frente a la nueva ley del aborto en España han llegado desde Murcia y Navarra.
El presidente regional de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, aseguró este lunes que «de momento no hay razones» para acatar la Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo porque aún no se ha resuelto «todo» y no hay sentencia en firme.
El presidente murciano ha explicado que el Partido Popular ha mantenido su criterio en este tema y expresó su confianza en que prospere:
«Seguiremos buscando las vías jurídicas, en ellas estamos, y cuando se haya resuelto todo, ya veremos a ver qué es lo que se hace. De momento no hay razones para acatarlo».
El Partido Socialista de Murcia, desde la oposición, y grupos feministas, desde el zapaterismo callejero, han criticado con dureza las declaraciones de Valcárcel, al que tachan de hipócrita e irresponsable.
Por otro lado, el consejero portavoz del Ejecutivo navarro, Alberto Catalán, afirmó que la práctica de abortos en Navarra «va a seguir siendo el mismo», es decir, se garantizará las interrupciones voluntarias del embarazo a las mujeres en los supuestos legales, pero las intervenciones se harán fuera de la Comunidad foral, tal y como ha explicado la consejera de Salud, María Kutz.
Kutz, había afirmado previamente que su gobierno «cumplirá la ley del aborto» y «garantizará la prestación». No obstante, ha señalado, seguirán «realizando las interrupciones voluntarias del embarazo como hasta ahora, fuera de la comunidad foral».
El gobierno regional navarro fue el primero en rechazar de manera institucional la ley que hoy entra en vigor y ha presentado un recurso de inconstitucionalidad. El ejecutivo foral rechaza el aborto en su autonomía pero sufragará los gastos de las mujeres que quieran abortar.