El Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos rehusó este lunes escuchar una apelación de la Santa Sede que buscaba anular una querella contra la Iglesia Católica por los abusos sexuales cometidos por un sacerdote.
 
El sacerdote murió en 1992, y la decisión de este lunes del Supremo permite que la demanda continúe su proceso, incluyendo las compensaciones económicas.
 
La demanda titulada John Doe vs. Vaticano se inició en 2002 en Oregon y en ella se alegaba que el sacerdote irlandés Andrew Ronan había abusado sexualmente de un menor de edad.
 
Ronan había sido trasladado por sus superiores de Irlanda a Chicago y luego a Portland a pesar de las acusaciones de abusos sexuales.
 
El argumento central de la querella es que Ronan es un empleado de la Iglesia Católica y la responsabilidad se eleva a sus superiores inmediatos, los obispos en las diócesis donde fue asignado, y en última instancia a la Santa Sede.
 
Los abogados de la Iglesia Católica alegaron que la Santa Sede está amparada por la inmunidad que se extiende a los estados soberanos.
 
Un juez federal en Oregon dictaminó que podía haber una excepción a la Ley de Inmunidad Soberana de Países Extranjeros en este caso, y que existía un vínculo suficiente entre el Vaticano y Ronan como para que se le considerase un empleado de la Santa Sede bajo la ley de Oregon.
 
En marzo de 2009 el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Distrito, en Sacramento (California) ratificó ese fallo, y los abogados de la Santa Sede elevaron su apelación al Tribunal Supremo de Estados Unidos. La decisión de la justicia norteamericana se da pese al pronunciamiento de la administración de Obama a favor de la Santa Sede.
 
Jeffrey Lena, un abogado que representa a la Santa Sede en EEUU ha dicho que el caso John Doe vs Santa Sede «es un intento de usar acontecimientos trágicos como plataforma para un ataque más amplio» contra la Iglesia católica.