En la Iglesia, sólo el Papa tiene competencia para acusar a un cardenal. Así lo afirma la Santa Sede en un comunicado hecho público al término de la audiencia concedida hoy por el Papa Benedicto XVI al cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena.
Esta reunión tuvo por objeto aclarar la polémica causada por unas declaraciones recientes del arzobispo de Viena, a propósito del caso de su antecesor, el difunto cardenal Hans Hermann Groër, quien dimitió en 19 95 al ser acusado de abusos sexuales por un antiguo seminarista, menor de edad cuando sucedieron los hechos.
El cardenal Schonbörn, en declaraciones a un grupo de periodistas concedidas el 28 de abril y publicadas al día siguiente, dio a entender que el cardenal Angelo Sodano, anterior Secretario de Estado con Juan Pablo II, habría impedido la institución de una comisión de investigación sobre el cardenal Groër, por “razones diplomáticas”.
Benedicto XVI recibió inicialmente a solas al cardenal Schönborn, antiguo alumno suyo, para hablar sobre esta cuestión. Después, se incorporaron a la reunión los cardenales Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, y Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
En primer lugar, se recordó que “en la Iglesia, cuando se trata de acusaciones contra un cardenal, la competencia pertenece únicamente al Papa; las demás instancias pueden tener una función de consulta, siempre con el debido respeto a las personas”.
Además, según el comunicado, en esta segunda parte de la reunión “han sido aclarados y resueltos algunos equívocos muy difundidos y en parte derivados de algunas expresiones del cardenal Christoph Schönborn, que expresa su disgusto por las interpretaciones realizadas”.
Concretamente, la discusión abordó la polémica causada por el uso de la palabra chiacchiericcio (traducido por ZENIT en servicios pasados como “murmuraciones”) por parte del cardenal Sodano en el discurso Pascual al Papa Benedicto XVI.
La palabra utilizada “ha sido interpretada de manera errónea como una falta de respeto a las víctimas de los abusos sexuales, por las que el cardenal Angelo Soda no alimenta los mismos sentimientos de compasión y de condena del mal”, afirma el comunicado.
Otra de las cuestiones tratadas durante la reunión con el Papa fueron ciertas declaraciones del arzobispo de Viena sobre la cuestión del celibato de los sacerdotes.
Según afirma el comunicado vaticano, el cardenal Christoph Schönborn “ha querido aclarar el sentido exacto de sus recientes declaraciones sobre algunos aspectos de la actual disciplina eclesiástica”.
Al término de la reunión, el Papa, recordando “con gran afecto” su visita pastoral a Austria de primeros de septiembre de 2007, quiso enviar su “saludo y aliento” a la Iglesia que está en Austria, augurando para ella “una renovada comunión eclesial”.