La Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) crítico duramente un proyecto de la directiva de la Unión Europea que busca proteger a los animales en investigaciones científicas, pero que dejaría desprotegidos y totalmente disponibles para experimentar con ellos a los embriones humanos, informa ACI.
En un comunicado dado a conocer por L’Osservatore Romano, los prelados de Europa señalan que «los experimentos realizados a partir de células estaminales embrionarias humanas no deben ser considerados una alternativa a los experimentos con animales. Existe el peligro de cancelar la diferencia entre animal y ser humano».
Los obispos, que han alabado el proyecto para defender a los animales, expresan sin embargo su total oposición a que los embriones humanos queden desprotegidos y sean usados para experimentos: «para defender a los animales, el texto actual establece que, cuando sea posible, será necesario usar un método o una estrategia de experimentación científicamente satisfactoria que no implique el uso de animales vivos. Esta fórmula muy general permitiría, por ejemplo, introducir experimentos que utilicen células estaminales embrionarias humanas».
«Como consecuencia –advierten los obispos– algunos estados miembros europeos, que no tienen una legislación explícita sobre las células estaminales embrionarias humanas, podrían verse constreñidos, en base a esta legislación, a aplicar métodos que utilicen tales células incluso si este uso es muy controvertido desde el punto de vista ético».
Por las razones expuestas, los obispos de la COMECE solicitan a la UE «excluir explícitamente métodos alternativos de experimentación en los que se implique el uso de células embrionarias y fetales humanas, respetando así la competencia de los estados miembros en lo que respecta las propias decisiones éticas».
Finalmente los prelados piden un debate honesto y abierto sobre las alternativas científicas «así como sobre el asunto ético fundamental, que es la de saber si nuestra sociedad prefiere destruir e instrumentalizar embriones humanos para reducir el número de experimentos científicos con animales».