El obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, y el de la Iglesia ortodoxa de Rumania para España y Portugal, Timotei Felician Lauran, suscribieron este lunes un acuerdo para el uso común de la ermita de Uba, ubicada en el barrio donostiarra de Martutene.
El acto y firma del convenio se ha celebrado en la sede del obispado donostiarra, donde ambos prelados han intercambiado sendos obsequios y han rezado juntos.
En una breve intervención ante los medios informativos, monseñor Munilla ha recordado que anteayer, en el final de su visita a Chipre, el Papa Benedicto XVI, defendía «la comunión plena y visible entre las iglesias de Oriente y Occidente», en «fidelidad al Evangelio y a la tradición apostólica» y «abierta a la diversidad».
«En el camino hacia nuestra plena comunión -ha dicho Munilla-, la Iglesia católica que peregrina en San Sebastián se complace en que la Iglesia ortodoxa de Rumanía pueda celebrar la Santa Liturgia en el templo de Uba, donde veneramos a Nuestra Señora».
Precisamente una réplica de la Virgen de Aránzazu, ha sido el regalo que Munilla ha entregado a Lauran, mientras que éste le ha obsequiado con una cruz pectoral.
Los dos obispos han finalizado el acto de rúbrica del convenio rezando una oración compuesta por textos de la Liturgia bizantina, en la que han proclamado, en griego, un fragmento del capítulo 17 del Evangelio de San Juan que recoge el ruego de Jesús al Padre pidiéndole el don de la unidad por su Iglesia.
La ermita de Uba es propiedad de la Diputación Foral de Guipúzcoa, institución a la que José Ignacio Munilla ha agradecido por haber dado «todas las facilidades para que este lugar sagrado para los cristianos y patrimonio de todos los guipuzcoanos pueda compartirse con la Iglesia Ortodoxa».
La Iglesia Ortodoxa de Rumania depende del patriarca Daniel, arzobispo de Bucarest, aunque su máximo representante en España y Portugal es el obispo Timotei Felician Lauran, que tiene su sede en Madrid.
Hasta ahora, la Iglesia rumana tenía en el País Vasco sólo dos templos, uno en Vizcaya y otro en Álava, y a partir de hoy podrá también hacer uso compartido, en Guipúzcoa, de la ermita de Uba.
En este último territorio, están empadronados en torno a 5.000 ciudadanos rumanos, de los que unos 3.500 profesan la fe ortodoxa.