El presidente de la Conferencia Episcopal turca, el italiano Luigi Padovese, ha muerto a consecuencia de las apuñaladas que le infringieron en su casa. El también obispo católico de Anatolia fue hallado herido de gravedad en el jardín de su domicilio en Iskenderun, una localidad en la sureña provincia de Hatay, y murió poco después de ser trasladado a un hospital.
La primera versión de los hechos difundida por los medios de información turcos indica que el obispo fue presuntamente apuñalado por su chófer, sin que se haya podido conocer si existen motivos personales para el crimen. La Policía turca ha lanzado una operación para encontrar al sospechoso.
Padovese era el vicario apostólico de la Iglesia Católica en Anatolia, un cargo creado hace diez años y que cubre casi la mitad del territorio de Turquía, desde el Mar Negro al Mediterráneo, informa Efe.
En la provincia turca de Hatay hay una pequeña comunidad cristiana que vive de forma pacífica con la mayoría musulmana, y es especialmente importante en la tradición cristiana porque es el lugar donde por vez primera se definió como cristianos a los seguidores de Jesús.
En los últimos años se han producido diversos ataques a cristianos en el país euroasiático, uno de los más brutales fue el asesinato en Malatya (este de Turquía) de tres trabajadores de la editorial cristiana Zirve, cometido en 2007. Los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados degolladas y atados de pies y manos.
Con anterioridad, en febrero de 2006, fue asesinado por dos disparos el sacerdote italiano Andrea Santoro en su parroquia de la localidad turca de Trebisonda, al noreste del país. Pavese declaró entonces que el asesinato del sacerdote, ocurrido mientras el mundo islámico protesta por las viñetas sobre Mahoma en 2006, «no es una casualidad». «El hecho de que el asesinato se haya producido ahora no me parece una casualidad. Aquí hay un ambiente muy caliente y muchos islamistas fanáticos", indicó entonces Padovese».