Siempre que asistimos a un espectáculo de magia o ilusionismo quedamos anonadados preguntándonos cómo ha hecho el mago para encontrar nuestra carta firmada o qué truco habrá empleado para hacer levitar una llave.

En 1992, un joven llamado Javier Luna, hoy sacerdote salesiano, pensó que la magia podía ayudar a la evangelización y creó un grupo de magos vinculado a la congregación religiosa fundada por Don Bosco.

El «mago Luna», que así se hace llamar, empezó a mostrar en parroquias, campamentos, colegios, centros de acogida y cárceles su magia. Tal fue la demanda generada por espectadores como personas que querían aprender a ser magos que inició el Círculo Mágico Don Bosco. El objetivo era crear un grupo de jóvenes a los que les gustaba la magia y que ésta sirviese como vía para anunciar la Palabra de Dios.

Años después, el Círculo adquirió una dimensión internacional gracias a internet. Magos de diversos países visitan desde entonces el sitio web del Círculo Mágico Don Bosco; espacio en el que además de experiencias o fotografías, intercambian trucos, aprendizaje y enseñanzas.

La diferencia de estos magos con el resto es que poseen un ideario cristiano. Su razón de ser es unir a todos los ilusionistas del mundo afines a dichos valores. Una serie de puntos que hablan de la familia, la fe, la solidaridad o la esperanza además de la profesionalidad y el arte. Todo bajo el patronazgo de Don Bosco, quien en su tiempo empleaba la magia como modo de anunciar a Cristo a los demás. Para estos magos es importante la difusión de la figura de San Juan Bosco, patrón del ilusionismo, entre otros magos «para que lo conozcan y descubran los valores que él transmitió con la magia, sirviéndose de este arte para ayudar a muchos jóvenes necesitados de ilusión», explican.


Es una forma de mezclar evangelización y arte. Los miembros del Círculo realizan actuaciones y eventos benéficos cuyas recaudaciones van destinadas a personas desfavorecidas o a apoyar a aquellos que quieran ingresar en el mundo de la magia y no poseen conocimientos y recursos económicos para pagarse unas clases.

Además han creado la web www.magiatube.org, un espacio en la red en el que publican vídeos de magia y organizan concursos.

Una de las personas implicadas en esta evangelización a través de la magia es Sergio Codera, quien explica a La Razón que en el CMIDB «hay personas muy identificadas con el ideario, y otras que quizás sea la primera toma de contacto con gente de Iglesia». Pero no solamente se queda en hacer magia. Codera explica que más de un miembro del CMIDB «se está planteando ser sacerdote» y otros «han pedido participar en encuentros vocacionales salesianos, y posiblemente den el paso de ir al prenoviciado para el curso próximo», indica.
Con el lema «Con la magia de Don Bosco por todo el mundo», hoy su escuela de magia a través de internet cuenta con más de 700 miembros. Para darse de alta y conocer sus actividades basta con entrar en www.cmidb.org.