El arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, achacó ayer al resultado de fomentar «una economía sin humanidad» la crisis global que está viviendo la sociedad actual, y abogó por unas relaciones económicas «más humanas», que serían también más sólidas. En definitiva, «una economía muy diferente» a la actual, en la que «cada uno se hace responsable de su prójimo», añadió.

Monseñor Martínez hizo estas declaraciones en Toledo, en el marco del X Congreso Eucarístico Nacional, que desde el pasado jueves reunió a medio centenar de obispos y más de 800 congresistas.

El obispo de Granada pronunció la ponencia «La Eucaristía, escuela para la vida», la tercera del congreso, en el que también participó el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez, el legado pontificio, el cardenal Angelo Sodano, y el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Antonio Cañizares.