Un estudio elaborado entre profesores de Religión, alumnos y padres de familia revela que aquella tiene un «alto índice» de aceptación con un 74 por ciento del alumnado en España, que cada año «elige voluntariamente» inscribirse a las clases.

El informe «Protagonistas de la clase de Religión», fue presentado este jueves en la sede del Círculo de Bellas Artes por la Fundación SM, por el director de la revista «Religión y Escuela», Carlos Esteban. En el acto estuvieron presentes el director de la Fundación SM, Leoncio Fernández y la coordinadora del informe, Eva Pérez. 

El estudio está basado en cuestionarios respondidos por 433 profesores de Religión de centros públicos, privados y privados concertados, 2.182 familias y 3.808 alumnos, el 75 por ciento de enseñanzas obligatorias y el resto de Bachillerato.

Esteban señaló que el informe revela que los protagonistas de la clase de Religión, «no comparten» el enfoque que los medios de comunicación le dan al tema mostrando a la clase de Religión como «un problema», como una clase «bastante polémica» en el sistema educativo.
 
El estudio revela que sólo el 6 por ciento la considera un «privilegio» eclesiástico de tiempos pasados.
Por el contrario, el 92,4 por ciento cree que es un «derecho fundamental» de los padres y el 91 por ciento la defiende como «necesaria», pero no llegan a la mitad (43,9 por ciento) los que consideran que la Iglesia aprecia suficientemente su trabajo.
 
Se sienten más valorados por la Iglesia los de la escuela pública (62,4 por ciento) que los de la privada y privada concertada (38,8 por ciento).
 
En cuanto a sus características, el 90,3 por ciento de los profesores cree que debe llevar una vida «coherente» con la moral que transmite y el 73 por ciento considera necesaria la fidelidad a la Iglesia.
 
El 80,8 por ciento asegura que dispone de la declaración eclesiástica de idoneidad para dar clase, mientras que el 16,9 por ciento carece de ella.
 
En cuanto a la familia, Esteban indicó que el 77,5 por ciento tiene una «alta satisfacción» con la clase de Religión, contra uno de cada cuatro que considera que las clases de Religión son un privilegio de la Iglesia más propio de tiempos pasados que de los actuales, siendo más los de la escuela pública quienes piensan así.

El 80,4 por ciento de las familias está de acuerdo con que los padres tienen la libertad de elegir la educación de los hijos; el 47,6 por ciento no piensa que el sistema educativo funcione bien en términos generales y el 66,8 por ciento cree que la mejora educativa pasa por un pacto de los políticos y los agentes sociales.
 
Entre los alumnos, el 51,3 por ciento no está de acuerdo con que la asignatura sea obligatoria, ni la consideran entre las tres más importantes (Matemáticas, Lengua e Inglés).
 
Sin embargo, el 48,3 dice que la clase de Religión le sirve para diferenciar el bien del mal; el 42,3 por ciento que le ayuda a ser más tolerante y sólo el 19,2 por ciento está claramente de acuerdo con que implica un riesgo de manipulación de la conciencia.
 
Entre otras cuestiones, el 59,7 por ciento de estos estudiantes no cree que la homosexualidad sea algún problema, aunque el 20,3 por ciento sí lo piensa; el 62,1 por ciento señala que los inmigrantes tienen los mismos derechos que los españoles, pero el 18,4 por ciento no lo ve así.
 
El 27,8 por ciento cree que el aborto no tiene justificación, aunque el 45,1 por ciento no está de acuerdo con esta afirmación.