El presidente de Bolivia, Evo Morales, mantuvo ayer un encuentro privado con el Papa Benedicto XVI, durante el que le trasladó su «preocupación» por las «dificultades» que atraviesa la Iglesia y le pidió tomar algunas medidas, tales como «abolir el celibato» y permitir que las mujeres puedan optar por el sacerdocio.
Así lo explicó el mismo Morales posteriormente durante una rueda de prensa en la que remarcó reiteradas veces que había trasladado al Papa sus propuestas «como miembro de base» de la Iglesia católica y no como presidente, informa Europa Press.
En su primera entrevista privada con Benedicto XVI, Morales le entregó una carta en la que expresa sus principales preocupaciones por la Iglesia y avanza algunas propuestas. «Fue mi madre quien cuando yo era muy niño, me decía que rezara cerrando los ojos y agachando la cabeza, pensando en las enseñanzas de vida del "Padre Nuestro" y del "Dios te salve María", relata al inicio de la misiva, tras lo que emplaza al Papa a hacer todo lo necesario por «superar la crisis de la Iglesia, que como usted dijo, está herida y en pecado».
«Para ello, es imprescindible democratizar y humanizar su estructura clerical», haciendo que «las mujeres puedan tener las mismas oportunidades que los hombres para ejercer plenamente el sacerdocio».
Asimismo, «como Jesús», que «se humanizó para estar entre nosotros y entendernos mejor, la Iglesia no tiene que negar una parte fundamental de nuestra naturaleza como seres humanos y debe abolir el celibato».
Según Morales, «así habrá menos hijas e hijos no reconocidos por sus padres, así podremos sincerarnos ante la realidad». «Del mismo modo», prosigue, «y con mucha decisión debemos proteger a nuestros niños de quienes valiéndose de la confianza que debe inspirar un sacerdote abusan de ellos».
Al final de la carta, Morales se dice «seguro de que Su Santidad valorará con sabiduría estas propuestas que quieren humildemente aportar a cerrar las heridas de nuestra Iglesia».
Además de estas propuestas, el presidente boliviano trasladó al Papa sus quejas por el comportamiento de la jerarquía católica boliviana, a quienes acusa de «hacer política» y con quien dice haber tenido «algunas diferencias» a pesar de ser «católico».
Por lo demás, subrayó que la intención de su carta es ofrecer al Pontífice su «aportación muy humilde como católico de base», al tiempo que destacó las «enormes coincidencias» con Benedicto XVI a la hora de «defender el planeta y a los migrantes».