Lars Vilks, uno de los dibujantes en el punto de mira de los radicales musulmanes, ha sufrido una agresión durante una conferencia en Suecia. Cuando el caricaturista estaba ofreciendo una charla sobre libertad de expresión en una universidad de las afueras de Estocolmo, uno de los asistentes se abalanzó sobre el dibujante y le propinaba un cabezazo en el rostro.
 
«Me dio un cabezazo, me caí y perdí mis gafas», describió el dibujante a la agencia de noticias sueca TT.
 
La tensión se disparaba en toda la sala y cerca de una veintena de personas se sumaban a la protesta contra el caricaturista, que tuvo que ser evacuado por una puerta trasera.
 
Con gritos de «Alá es Grande», los puñetazos se sucedieron y varios agentes tuvieron que reducir por la fuerza a un segundo asistente que acabó siendo detenido junto al primer agresor.
 
Esta ira descontrolada en una conferencia de máximo riesgo tiene su origen en cuatro viñetas en las que aparece un supuesto Mahoma, con cuerpo de perro, que dibujó el agredido Vilks en agosto de 2007. Una provocación según un sector de la comunidad islámica que le ha acarreado varias amenazas de muerte, incluida la de Al Qaeda, dispuesta a pagar 100 mil dólares a quien acabase con su vida.