El Presidente de la Comisión para la Iglesia Universal de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK, por sus siglas en alemán), monseñor Ludwig Schick, hizo un enérgico llamado contra el turismo sexual y la prostitución forzada en Sudáfrica 2010.
El también arzobispo de Bamberg advirtió que «traficantes de personas sin escrúpulos quieren aprovechar los mundiales para hacer su sucio trabajo y generar más ganancias».
El prelado alemán denunció asimismo que «la prostitución hace esclavas a las mujeres africanas, las arranca de sus familias y tribus, degradándolas con frecuencia para toda la vida».
Monseñor Shick pidió que no solo la liga alemana de fútbol sino todo el sector del turismo den un signo claro «contra la prostitución y el comercio humano», haciendo referencia a una iniciativa análoga promovida por la Iglesia en Sudáfrica.