(Agencias/ReL) La reunión de obispos anglicanos, que se ha celebrado en Inglaterra desde el pasado 16 de julio, concluyó ayer sin que se superaran las diferencias en torno a la ordenación de clérigos homosexuales, que amenazan a esta iglesia con un cisma. El primado anglicano y arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, decidió no invitar a esa reunión de la Comunión Anglicana que se celebra cada diez años, al primer obispo anglicano abiertamente homosexual, Gene Robinson, cuya ordenación en EEUU en el 2003 provocó graves divisiones en esa Iglesia. Con esa medida, Williams intentó preservar la unidad del anglicanismo, dividido también entre los partidarios y detractores de la ordenación de mujeres obispo. Sin embargo, Robinson estuvo presente en Lambeth e hizo campaña a favor de su causa. En el discurso de clausura de esta asamblea, conocida como Conferencia de Lambeth y que se celebró en la Universidad de Kent en Canterbury (sur de Inglaterra), el primado admitió que no se han resuelto los problemas pendientes. Durante estos días juntos, no hemos solucionado nuestros problemas ni reinventado nuestras estructuras. Eso todavía llevará tiempo, dijo Williams ante los 650 obispos y arzobispos que han acudido para la conferencia. El arzobispo de Canterbury, que es el primado honorífico eclesiástico de una Iglesia encabezada por la Reina de Inglaterra y que cuenta con unos 77 millones de fieles en todo el mundo, abogó por la necesidad de un futuro pactado que implique a una iglesia global de comunidades interdependientes. Puede que no hayamos acabado con todos nuestros problemas, pero las cartas están sobre la mesa, señaló Williams, al subrayar que quiere convocar, posiblemente el año que viene, una reunión de primados para abordar las dificultades pendientes. El líder anglicano también tuvo palabras para los 200 obispos que han boicoteado la conferencia en protesta por la ordenación de obispos homosexuales, entre ellos representantes de Nigeria, Ruanda, Uganda y Kenia, así como de algunos países latinoamericanos. En los próximos meses será importante invitar a los ausentes de la Conferencia de Lambeth para que sean partícipes de la próxima fase, declaró Williams, al remarcar la necesidad de que la Comunión esté unida, pero no sólo como una asociación de amigos educados. El primado anglicano ha pedido que no se consagre a ningún otro obispo homosexual "por ahora", pero no tiene autoridad eclesial para impedir nuevas ordenaciones de prelados anglicanos que, como Robinson, hagan gala públicamente de su condición de homosexuales activos. Los anglicanos conservadores sostienen que varios pasajes de la Biblia claramente prohíben la homosexualidad, mientras el sector liberal apela a una interpretación diferente de esos pasajes de las Escrituras .