La Armada tendrá que celebrar la misa en un lugar distinto y fuera de los actos oficiales del día. Así lo especifica, según ha podido saber La Razón, una instrucción de finales de enero firmada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa en la que fija que, en los actos de entrega de despachos de oficiales y suboficiales, las misas tendrán que celebrarse en un lugar distinto del acto castrense oficial y en un horario que no interfiera con éste.
Aunque no especifica nada acerca de la Armada, la instrucción es casi un mensaje personalizado, porque ésta es la única que mantenía la ceremonia religiosa dada la coincidencia con la patrona, la Virgen del Carmen. Y de hecho, sólo en ese acto, porque días antes de la entrega de despachos de oficiales de la Marina se celebra en San Fernando (Cádiz) la de suboficiales y en esa ceremonia no hay misa como parte del mismo.
Hace dos años la misa de Marín ya estuvo en el centro de la polémica. En 2008, el Partido Popular denunciaba que la ministra de Defensa, Carme Chacón, había intentado anular la misa del acto de Marín. Hasta mediados de junio de ese año la Escuela Naval anunciaba la presencia de la titular de Defensa en el acto, pero finalmente acudió el secretario de Estado, Constantino Méndez, acompañando a los Príncipes de Asturias. Desde el Ministerio, entonces, se aseguraba que en ningún momento estaba prevista la presencia de la ministra en la ceremonia. A continuación, fue la propia Armada la que ratificaba lo expresado por el departamento que dirige Chacón.
La eucaristía se celebró antes de la entrega de despachos y con todas las autoridades presentes. Durante la misma, el oficiante agradeció la presencia de las personas no católicas respetuosas con estos actos.
Fuentes de la Armada aseguraron a La Razón que la titular de Defensa sí que había intentado que no hubiera ceremonia religiosa, pero que el «malestar» que la propuesta había generado entre buena parte de los marinos y la presión de otras autoridades concluyó en la celebración del acto tal y como se había venido realizando hasta entonces.
En el departamento de Chacón ya llevan varios meses trabajando en la actualización del reglamento de honores militares, que data de 1984. El propio equipo del Ministerio es consciente del arraigo de las tradiciones católicas en las Fuerzas Armadas, por lo que está midiendo con sumo cuidado las reformas en el terreno religioso. Los funerales de Estado se abrirán a otras confesiones más allá de la católica, dependiendo de la confesión religiosa del honrado.
El otro punto polémico del reglamento se centra en la presencia de militares en procesiones. La modificación establecerá que sólo se acudirá a estos actos voluntariamente, aunque lo cierto es que en la actualidad la mayor parte lo hace así, como es el caso del Cristo de la Buena Muerte de Málaga o la procesión del Corpus de Toledo.
Hace dos años la misa de Marín ya estuvo en el centro de la polémica. En 2008, el Partido Popular denunciaba que la ministra de Defensa, Carme Chacón, había intentado anular la misa del acto de Marín. Hasta mediados de junio de ese año la Escuela Naval anunciaba la presencia de la titular de Defensa en el acto, pero finalmente acudió el secretario de Estado, Constantino Méndez, acompañando a los Príncipes de Asturias. Desde el Ministerio, entonces, se aseguraba que en ningún momento estaba prevista la presencia de la ministra en la ceremonia. A continuación, fue la propia Armada la que ratificaba lo expresado por el departamento que dirige Chacón.
La eucaristía se celebró antes de la entrega de despachos y con todas las autoridades presentes. Durante la misma, el oficiante agradeció la presencia de las personas no católicas respetuosas con estos actos.
Fuentes de la Armada aseguraron a La Razón que la titular de Defensa sí que había intentado que no hubiera ceremonia religiosa, pero que el «malestar» que la propuesta había generado entre buena parte de los marinos y la presión de otras autoridades concluyó en la celebración del acto tal y como se había venido realizando hasta entonces.
En el departamento de Chacón ya llevan varios meses trabajando en la actualización del reglamento de honores militares, que data de 1984. El propio equipo del Ministerio es consciente del arraigo de las tradiciones católicas en las Fuerzas Armadas, por lo que está midiendo con sumo cuidado las reformas en el terreno religioso. Los funerales de Estado se abrirán a otras confesiones más allá de la católica, dependiendo de la confesión religiosa del honrado.
El otro punto polémico del reglamento se centra en la presencia de militares en procesiones. La modificación establecerá que sólo se acudirá a estos actos voluntariamente, aunque lo cierto es que en la actualidad la mayor parte lo hace así, como es el caso del Cristo de la Buena Muerte de Málaga o la procesión del Corpus de Toledo.