Hace sólo dos días ReL se hacía eco de la última intervención de Gregorio Peces-Barba contra la Iglesia Católica, pidiendo la desaparición absoluta de la clase de religión de las escuelas. Pero el ex presidente del Congreso de los Diputados no da tregua, en lo que parece haberse convertido en una obsesión.
En un artículo publicado en El País este sábado, pone a la Iglesia Católica al nivel del fascismo y el comunismo como generadora de violencia. Hablando de las violencias legítimas (monopolizada por el «poder político democrático») y las ilegítimas, señala sobre estas últimas que «las fuentes intelectuales, y los motores de todas esas formas de violencia se impulsan desde el fanatismo, el realismo y el fatalismo. Son la expresión de mentalidades cerradas, de sociedades herméticas que sólo creen en su verdad y se consideran poseedoras de la única respuesta correcta. Generan conflicto y violencia, desde una perspectiva excesiva y patológica de una concepción del bien o de una filosofía comprensiva. Desde la concepción del bien, y el mejor ejemplo es la Iglesia católica institucional en países como España, se trata de convertir a la ética de sus creyentes en la ética pública y común de todos los ciudadanos». Como ejemplos paralelos de «filosofía comprensiva» cita el fascismo y el comunismo.
El caso es que esa insinuación de la Iglesia como «generadora de conflicto y violencia» venía a cuento de defender a Baltasar Garzón de la acusación de prevaricar, en la primera de las tres causas que tiene pendientes con la justicia por hechos cometidos en el ejercicio de sus funciones.
Criticando el auto del juez Luciano Varela, Peces-Barba lamenta «que jueces se pongan del lado de los infractores, de los delincuentes, y de las ideologías violentas y cuyos antecesores produjeron daños y crímenes durante la guerra y durante "la paz" posterior y persigan a quienes les combaten»... aunque lo dice el hombre que dividió a los españoles en «buenos» y «malos» según estuviesen o no presentes en el homenaje a Santiago Carrillo celebrado en 2005.