Abdelaziz Aouragh, padre de familia de 29 años, acaba de abrir la primera tienda erótica on line que cumple con los preceptos religiosos del islam. Y con un éxito enorme, según cuenta Thomas Burmeister, de la agencia DPA.
«Nos llegan pedidos y solicitudes de muchas partes del mundo», señala Aouragh. «El interés es enorme». Al principio, el servidor digital se les quedó pequeño tras los aproximadamente 70.000 clics de la primera hora. Entre tanto, El-Asira se ha establecido en la Red firmemente y «de conformidad con la Sharia». Así, los aceites para masajes, geles lubricantes y diversos artefactos eróticos que Aouragh encarga en Suecia no contienen nada de alcohol ni grasa animal u otros productos procedentes de animales, que no habrían cumplido las normas musulmanas.
Si existiera un sello del halal (conjunto de prácticas permitidas por la religión musulmana), El-Asira ya lo habría obtenido. Ya la página de inicio de su web deja claro que las tradiciones se valoran: hay una opción para hombres y una para mujeres. Y también el diseño respeta el islam. «Por supuesto, no hemos utilizado ninguna fotografía con desnudos ni imágenes pornográficas», dice este musulmán practicante, nacido en Ámsterdam e hijo de un carpintero marroquí. «Tampoco en los envoltorios hay imágenes que puedan ofender a nuestra cultura», añade.
Pero además, su objetivo es «provocar un debate en la sociedad islámica. Por eso hemos llamado así la web, El Asira significa sociedad», explica. Hay musulmanes para quienes el tema «sexo e Islam» es tabú. «No es raro que hayamos recibido correos electrónicos con amenazas y protestas. Pero sobre todo fue antes de que lanzáramos la web. Algunos se lo habían imaginado de forma totalmente distinta».
A los críticos de su negocio les remite al imán Boularia Houari. Este hombre de 35 años que predica en los Países Bajos y aconseja a las parejas musulmanas sobre temas sexuales, entre otras cosas, ha pedido el consejo los sabios islámicos en Arabia Saudí, considerados conservadores. «Estos nos confirmaron que en el islam la sexualidad se considera generalmente de forma positiva, tanto en hombres como en mujeres». No en vano, los musulmanes ya conocían desde hace siglos medios para aumentar el placer sexual.
«Y eso sigue siendo así», dice Houari. «Es cierto que muchas personas tienen reservas contra la viagra, pero sólo porque se considera un medicamento», señala. «En el islam hay hierbas que sirven para el mismo fin. Los sabios recomiendan por ejemplo aceite de semillas de amapola con miel». Y en general, la postura del islam hacia el sexo es clara: «Fuera del matrimonio está prohibido, pero en el matrimonio se fomenta». Y justo ahí radica el problema que Aouragh no puede solucionar con su tienda erótica on line: ¿Cómo puede él saber si los clientes que compran artilugios con nombres como Masculine, Lovpil o Pure Power están casados o solteros? Eso no es su responsabilidad, le dijo el imán. «Cada uno será juzgado tras su muerte de forma individual por sus pecados».
«Nos llegan pedidos y solicitudes de muchas partes del mundo», señala Aouragh. «El interés es enorme». Al principio, el servidor digital se les quedó pequeño tras los aproximadamente 70.000 clics de la primera hora. Entre tanto, El-Asira se ha establecido en la Red firmemente y «de conformidad con la Sharia». Así, los aceites para masajes, geles lubricantes y diversos artefactos eróticos que Aouragh encarga en Suecia no contienen nada de alcohol ni grasa animal u otros productos procedentes de animales, que no habrían cumplido las normas musulmanas.
Si existiera un sello del halal (conjunto de prácticas permitidas por la religión musulmana), El-Asira ya lo habría obtenido. Ya la página de inicio de su web deja claro que las tradiciones se valoran: hay una opción para hombres y una para mujeres. Y también el diseño respeta el islam. «Por supuesto, no hemos utilizado ninguna fotografía con desnudos ni imágenes pornográficas», dice este musulmán practicante, nacido en Ámsterdam e hijo de un carpintero marroquí. «Tampoco en los envoltorios hay imágenes que puedan ofender a nuestra cultura», añade.
Pero además, su objetivo es «provocar un debate en la sociedad islámica. Por eso hemos llamado así la web, El Asira significa sociedad», explica. Hay musulmanes para quienes el tema «sexo e Islam» es tabú. «No es raro que hayamos recibido correos electrónicos con amenazas y protestas. Pero sobre todo fue antes de que lanzáramos la web. Algunos se lo habían imaginado de forma totalmente distinta».
A los críticos de su negocio les remite al imán Boularia Houari. Este hombre de 35 años que predica en los Países Bajos y aconseja a las parejas musulmanas sobre temas sexuales, entre otras cosas, ha pedido el consejo los sabios islámicos en Arabia Saudí, considerados conservadores. «Estos nos confirmaron que en el islam la sexualidad se considera generalmente de forma positiva, tanto en hombres como en mujeres». No en vano, los musulmanes ya conocían desde hace siglos medios para aumentar el placer sexual.
«Y eso sigue siendo así», dice Houari. «Es cierto que muchas personas tienen reservas contra la viagra, pero sólo porque se considera un medicamento», señala. «En el islam hay hierbas que sirven para el mismo fin. Los sabios recomiendan por ejemplo aceite de semillas de amapola con miel». Y en general, la postura del islam hacia el sexo es clara: «Fuera del matrimonio está prohibido, pero en el matrimonio se fomenta». Y justo ahí radica el problema que Aouragh no puede solucionar con su tienda erótica on line: ¿Cómo puede él saber si los clientes que compran artilugios con nombres como Masculine, Lovpil o Pure Power están casados o solteros? Eso no es su responsabilidad, le dijo el imán. «Cada uno será juzgado tras su muerte de forma individual por sus pecados».