«Mi posición personal es conocida, no me gusta ningún velo», aseguró en declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso de los Diputados. La ministra indicó que este debate tiene «una enorme complejidad y requiere ser abordado con respeto, con rigor, con sentido de la responsabilidad, y huyendo de oportunismos y demagogias, que es probablemente lo que se está haciendo en este momento», informa Europa Press.
Ante estos casos, aseguró, hay que actuar con «respeto a la Constitución, a la igualdad de trato y oportunidades, a las creencias religiosas, a la autonomía de los centros educativos y a las competencias de las comunidades autónomas». «La clave está en el respeto. Con en el respeto nos ha ido bien en todo este tiempo: hemos tenido una convivencia pacífica, ejemplar, con la tolerancia imperando», destacó la titular de Igualdad.
La ministra aprovechó para criticar «que desde el PP se den lecciones de igualdad», cuando este partido ha votado en contra en contra de la igualdad y de la ley que regula los matrimonios homosexuales. «Espero que apoyen con más contundencia muchas de las medidas que desde el Gobierno se ponen en marcha en materia de igualdad», concluyó.
Por su parte, la CONCAPA ha defendido en un comunicado que «las normas están para ser acatadas» y que, por tanto, los centros están en su derecho, comoel de Pozuelo objeto de la polémica, de mantener la prohibición de portar velo en clase. Del mismo modo, la plataforma católica de padres de alumnos respalda la idea de que la convivencia pasa por el respeto a las constumbres de un país y que el derecho de educcación on tiene nada que ver en el caso, pues hay otros centros donde la niña en cuestión podría estudiar sin problema.
En todo caso, señala, «el velo islámico no es precisamente un símbolo de libertad», «está vinculado a la sumisión a la mujer» y de «discriminación».
Por su parte, la CONCAPA ha defendido en un comunicado que «las normas están para ser acatadas» y que, por tanto, los centros están en su derecho, comoel de Pozuelo objeto de la polémica, de mantener la prohibición de portar velo en clase. Del mismo modo, la plataforma católica de padres de alumnos respalda la idea de que la convivencia pasa por el respeto a las constumbres de un país y que el derecho de educcación on tiene nada que ver en el caso, pues hay otros centros donde la niña en cuestión podría estudiar sin problema.
En todo caso, señala, «el velo islámico no es precisamente un símbolo de libertad», «está vinculado a la sumisión a la mujer» y de «discriminación».
Por su parte, el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, aseguró que «los centros educativos tienen mucho que decir» sobre el uso del velo en las aulas, pero los gobiernos autonómicos «también tienen la responsabilidad de establecer normas claras al respecto».
A su vez, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, afirmó que la sociedad española «es muy tolerante», por lo que espera que este asunto se resuelva «sin grandes problemas».
Por último, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, señaló que este debate aborda un «tema muy complejo» que no se va a zanjar en un momento «cuando ha habido países enteros que han estado años» debatiendo este asunto y «no han sido capaces» de cerrar el tema. En cualquier caso, pidió que en el debate se tenga en cuenta «el derecho a la escolarización» de las menores.