Según narra Dora Alfaro en el dirario mexicano Reforma, los ojos de decenas de fieles católicos se llenaron de lágrimas, al igual que los de la Virgen de los Dolores, de la parroquia de Ocotlán en Puebla de los Ángeles la cual, aseguraron, ha llorado desde la pasada Semana Santa.  Hoy, los rezos y los murmullos de los feligreses, visiblemente sorprendidos, se escuchaban en el interior de la parroquia.

Personas que visitan diariamente el templo explicaron que antes de la semana de Pascua, la figura de la Virgen fue restaurada por un artesano de Amozoc. Sin embargo, dijeron que días después comenzaron a notar que de los ojos de cerámica corrían lágrimas.

«El padre mandó a restaurar la Virgen y tenía sus lagrimitas de la restauración normales, posteriormente vino el señor Arzobispo y bendijo la imagen, pasó Semana Santa, el domingo de ramos y todo», asegura una feligresa llamada María Antonieta Mayoral. «Y ya fue cuando una señora le dijo al padre que la Virgen tenía lágrimas y efectivamente no eran las que le habían puesto en la restauración», señaló.