El Pontífice hizo estas manifestaciones en la homilía de la misa que celebró en la Capilla Paulina del Vaticano con los miembros de la Comisión Pontificia Bíblica, unas palabras en las que los analistas vaticanos ven una velada referencia a los escándalos de curas pederastas que afectan a la Iglesia católica, algunos de los cuales le han salpicado incluso a él, informa Efe.
 
Benedicto XVI, que cumple ahora 83 años, afirmó que la penitencia es una gracia, por la que el fiel reconoce los pecados, «necesaria para renovarnos, cambiarnos y transformar nuestro ser». Los cristianos en los últimos tiempos «hemos evitado muchas veces la palabra penitencia, que nos parecía demasiado dura», denunció el obispo de Roma.
 
«Ahora, bajo las criticas del mundo que nos hablan de nuestros pecados, vemos que la penitencia es una gracia y vemos como es necesario hacer penitencia, reconocer todo lo que está equivocado en nuestra vida. Abrirse al perdón y prepararse para el perdón, dejarse transformar», indicó.
 
En la homilía, el Pontífice dijo también que la obediencia a Dios es lo primero y que las dictaduras siempre se han opuesto a esa obediencia. «Las dictaduras nazi, como la marxista, no pueden aceptar un Dios por encima del poder ideológico y la libertad de los mártires que reconocen a Dios», subrayó el Papa.