Joseba González Zugasti y Juan Cruz Mendizabal, sustituyen en sus cargos a Patxi Azpitarte y Félix Azurmendi, quienes ya habían adelantado su intención de no continuar, tras producirse el relevo episcopal en la capital donostiarra.
Fuentes del obispado aseguraron entonces que el revelo de los principales cargos de la diócesis, suele ser algo «absolutamente natural» cuando cambia el obispo, quien no obstante tiene la posibilidad de mantener a alguno, aunque en esta ocasión no fue factible ya que ellos mismos dieron el primer paso al anunciar que no tenían intención de continuar.
La llegada de Munilla a San Sebastián estuvo acompañada de una polémica que, con estos nuevos nombramientos, el prelado vasco ha comenzado a reconducir, tras la mencionada dimisión de los principales cargos eclesiásticos de la diócesis y después de que el 77% de los párrocos de la diócesis firmara un documento en el que rechazaban su designación como obispo de San Sebastián.
El nuevo vicario general, Joseba González Zugasti, nació en Azcoitia, tiene 41 años, fue ordenado sacerdote el 27 de junio de 1993, y es licenciado en Teología por la Universidad de Deusto y en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, donde el pasado mes de febrero defendió su tesis doctoral.
Trabajó como profesor de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de Vitoria y en el Instituto de Ciencias Religiosas de San Sebastián y actualmente colabora con la Parroquia Sagrada Familia de la capital guipuzcoana.
Por su parte, el nuevo vicario de pastoral, Juan Kruz Mendizabal Irizar, cumplirá 47 años el próximo mes, fue ordenado sacerdote el 4 de julio de 1992 en la parroquia de Ormaiztegi. Trabajó como sacerdote auxiliar en la parroquia Santa Maria de Tolosa al tiempo que desarrollaba las labores de responsable de la Pastoral de Juventud de la diócesis.
En 1996 asumió la delegación de la Pastoral de Juventud en el obispado de San Sebastián, tarea a la que se dedicó hasta 2006, año en el que fue nombrado párroco de la iglesia de Santa Marina de Vergara hasta que en 2008 pasó a ser párroco de Antzuola y de la iglesia de San Pedro de Vergara.