(VIS/ReL) En el día de ayer, en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, el Santo Padre Benedicto XVI recibió en audiencia a Nouri Kamel Al-Maliki, primer ministro de la República de Irak, que se entrevistó antes con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y con el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados. Durante los coloquios, desarrollados en un clima cordial, se han examinado algunos aspectos fundamentales de la situación iraquí, tomando en consideración el contexto regional. Se ha prestado particular atención al tema de los numerosos refugiados iraquíes, dentro y fuera de ese país, que necesitan asistencia, en vista también de un deseado regreso. Se ha renovado la condena de la violencia que casi diariamente afecta a toda la nación, sin ahorrar a las comunidades cristianas, que sienten con fuerza la necesidad de mayor seguridad. Se ha auspiciado que Irak encuentre el camino de la paz y del desarrollo a través del diálogo y la colaboración de todos los grupos étnicos y religiosos, incluidas las minorías que, en el respeto de su identidad característica y con espíritu de reconciliación y de búsqueda del bien común, colaboren en la reconstrucción moral y civil del país. En ese sentido se ha reafirmado la importancia del diálogo interreligioso como camino hacia la comprensión religiosa y a la convivencia civil. El primer ministro ha invitado al Santo Padre a visitar Irak.