El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, denunció el «fuerte temporal antieclesial y anticlerical» que en su opinión se está generando a consecuencia de los escándalos de pederastia que salpican a la Iglesia católica en varios países. En su homilía de la misa de Pascua dominical, en la que los católicos celebran la Resurrección de Cristo, Barrio expresó en la misa en la catedral un mensaje de «apoyo incondicional» al Papa Benedicto XVI, coincidiendo con la celebración del año xacobeo.
Consideró que en su singladura, el Papa «está conduciendo la barca de Pedro con la finura espiritual, la hondura intelectual y la firmeza que le son propias y que le llevan a hacer un diagnóstico preciso de la realidad y a ofrecer el tratamiento adecuado para la purificación y renovación de los hijos de la Iglesia».
Consideró que en su singladura, el Papa «está conduciendo la barca de Pedro con la finura espiritual, la hondura intelectual y la firmeza que le son propias y que le llevan a hacer un diagnóstico preciso de la realidad y a ofrecer el tratamiento adecuado para la purificación y renovación de los hijos de la Iglesia».
No ha sido éste el único apoyo que ha recibido el Papa durante estos días. El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Antonio María Rouco Varela, comenzó su homilía en la celebración del miércoles Santo diciendo que «hoy conviene, ante el momento actual que vive la Iglesia y la consideración del sacerdocio, volver la mirada al Año Sacerdotal junto al Santo Padre», del que dijo sentirse «muy unido en estos días que es tan ofendido y tan atacado».
Por su parte, el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, también defendió el ministerio sacerdotal «ante la agresión grave a la Iglesia, que estamos viviendo por motivos en los que ciertamente el pecado entra en nuestra historia». «No os dejéis vencer por el mal», exhortó el prelado a los sacerdotes de la diócesis valenciana. Además, trasladó a Benedicto XVI «especialmente hoy, la unión de todo el presbiterio diocesano» y mostró su convicción de que «nada, ni siquiera las opiniones de los hombres por muy organizadas y orquestadas que estén, destruirá el ministerio sacerdotal que con tanto amor ha diseñado el mismo Jesucristo».
Con más contundencia se manifestó el obispo de Jaén, monseñor Ramón del Hoyo, quien mostró su «repulsa por la campaña difamatoria e injusta» desencadenada contra Benedicto XVI. Así lo transmitió a través de una carta de adhesión que envió al Papa. Esta misma iniciativa, la llevó a cabo el arzobispo de Mérida-Badajoz, monseñor Santiago García Aracil, quien comparte con el Pontífice su «dolor» por la «deplorable y escandalosa conducta de algunos sacerdotes en distintos países». En el texto, también se muestra la «plena adhesión» al Papa, según recoge Ep.
Por suparte, el obispo de Guadix, monseñor Ginés García, también envió el pasado Martes Santo una carta de apoyo a Su Santidad el Papa Benedicto XVI en la que expresa la adhesión inquebrantable del obispo y de toda la diócesis accitana al sucesor de Pedro, frente a los «cuestionamientos y críticas» que se están vertiendo sobre la persona del Papa, al hilo de los escándalos que ha habido en algunas iglesias locales.
«Estamos con Pedro, estamos con Vuestra Santidad», asegura la epístola, en la que también se le pide a Benedicto XVI que «siga orientándonos con su palabra y confirmándonos en la fe; sabemos que con Pedro siempre viviremos en la verdadera fe; que en comunión con el Vicario de Cristo nuestras vidas y nuestras iglesias serán fecundas».
«Estamos con Pedro, estamos con Vuestra Santidad», asegura la epístola, en la que también se le pide a Benedicto XVI que «siga orientándonos con su palabra y confirmándonos en la fe; sabemos que con Pedro siempre viviremos en la verdadera fe; que en comunión con el Vicario de Cristo nuestras vidas y nuestras iglesias serán fecundas».