Magee tiene 73 años y fue secretario personal del Papa Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II.  La dimisión fue aceptada en conformidad con el artículo 401/2 del Código de Derecho Canónico, por el que «se ruega encarecidamente» a los obispos diocesanos que presenten su renuncia «si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo».
 
El obispo es uno de los cuatro prelados que han dimitido en los últimos meses tras conocerse los dos informes oficiales irlandeses -el Informe Ryan y el Informe Murphy- que desvelaron que durante 70 años centenares de niños de Irlanda sufrieron abusos.
 
La dimisión se ha producido tras la carta enviada por el papa Benedicto XVI a los católicos irlandeses, en la que pidió perdón a las víctimas de los curas pederastas, a las que ha dicho que siente «vergüenza» y «remordimiento» por lo ocurrido.
 
Curiosamente, el obispo Magee ha presentado, junto con su dimisión, «disculpas sinceras» a las víctimas de los abusos sexuales. «A todos los que les he hecho sufrir por mis omisiones, les pido perdón».