Los seis monjes jerónimos que ocupaban el monasterio de Yuste, en Cáceres, se trasladaron a finales del año pasado al monasterio de El Parral, en Segovia, que queda así como el único en España de una orden estrechamente vinculada a nuestra Historia.
Según una información de Susana Burgos publicada este martes por el diario La Gaceta, la marcha se debe a las presiones de Patrimonio Nacional, organismo público dependiente de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega que gestiona el monumento desde 2004.
Las fuentes consultadas por el diario de Intereconomía apuntan a que la pretensión del Gobierno es disponer de un hotel de lujo en ese entorno. Ante la negativa de los monjes a irse, se amplió injustificadamente el horario de visitas turísticas para dificultar la clausura y la vida monástica, e incluso el Estado se estaría intentando apropiar de parte de los bienes de la orden incluyéndolos como propios en sus inventarios.