Lo ha hecho desde su experiencia como arzobispo de Valladolid, misión apostólica que desempeñó entre 2003 y 2009, y durante la cual asistió y compartió la «religiosidad profunda» de los fieles durante la Semana de Pasión de Valladolid, informa Efe.
Las celebraciones litúrgicas, penitenciales y procesionales en la capital vallisoletana cumplen este año doscientos años desde que el Viernes Santo de 1810, en plena Guerra de la Independencia, salió por las calles de la capital la procesión del Entierro de Cristo en una ciudad ocupada por el ejército napoleónico.
Lo cuenta también en la referida revista-programa el sacerdote, historiador y Cronista de la Ciudad de Valladolid, Teófanes Egido, al recordar cómo las autoridades francesas, conscientes de la tradición religiosa de Valladolid, la utilizó para afianzar «la imagen de orden».
Una treintena de procesiones celebrará esa capital, todas ellas organizadas por la Junta de Cofradías, que preside José Miguel Román Vaquero, con un presupuesto aproximado de 150.000 euros, algo menos que en la edición precedente debido a la reducción de la ayuda institucional y privada por la crisis.
Román informó ayer de que el tradicional Sermón de las Siete Palabras, será predicado en la Plaza Mayor por el fraile franciscano Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, quien también presidirá determinadas celebraciones en la catedral ante el vacío existente en la silla arzobispal que ocupará en breve monseñor Ricardo Blázquez.
Ante la posibilidad de que la lluvia impida el Viernes Santo la celebración de la Procesión General se ha editado un folleto desplegable para que se puedan visitar las tallas y conjuntos escultóricos en sus templos de origen.