Los monjes benedictinos del monasterio de San Salvador del Monte Irago, que también ejercen de párrocos de la iglesia de Rabanal del Camino (León), han decidido ofrecer la eucaristía del quinto domingo de Cuaresma «por la libertad de la Iglesia católica», ante los infructosos esfuerzos por impedir la celebración de una nueva manifestación vecinal el próximo 21 de marzo que volverá a pedir al expulsión de los monjes. La decisión, han señalado en un comunicado, la han tomado «llenos de paz y confianza en el Señor, al mismo tiempo que firmeza en nuestro compromiso cristiano».
En el mismo sentido, y conscientes de que «los cristianos de la parroquia de Rabanal somos muy pocos», los monjes aseguran hacer «este llamamiento a cuantos nos conocéis, pues necesitamos vuestra ayuda. Si os es posible venir, os lo agradeceríamos profundamente».
Y advierten: «Es probable que nos insulten, pero será una alegría padecer por Cristo y su Iglesia. Ningún regalo mejor nos podrían ofrecer en esta Cuaresma». Y remachan: «No sólo no trataremos de contestar a nadie, sino que nos dedicaremos a orar por la Iglesia, en un momento en que está de moda perseguirla y denigrarla».
Los monjes, que tuvieron que ser escoltados el pasado mes de agosto por la Guardia Civil, para escapar sin daño de un grupo de vecinos de Rabanal, acabaron por retirarse a Alemania durante una temporada, en la archiabadía de santa Otilia, de la que dependen. Finalmente, regresaron a mediados de septiembre.
La llamada «comisión de asuntos eclesiásticos» de la Junta vecinal de Rabanal del Camino, mantiene aún las acusaciones de «alterar no sólo la estructura arquitectónica del templo, sino de modificar, incluso, la configuración urbanística del pueblo» así como de «no escuchar a las autoridades locales a la hora de organizar los actos litúrgicos», acusaciones que desde el obispado de Astorga se niengan con rotundidad.