Con los abusos sexuales, «la integridad física y psicológica de los menores es violada con consecuencias destructivas». «Los estudiosos han demostrado que los niños abusados reaccionan de modos distintos a la violencia sexual» y entre ellos se registra «una mayor probabilidad de embarazos durante la adolescencia, vagabundeo, toxico dependencia y alcoholismo», detalló, según recoge Radio Vaticano.
«En los últimos años, sacerdotes, religiosos y operadores laicos católicos, en diversos países, han sido acusados de abusos a menores y muchos de ellos han sido condenados». «No hay excusa para este comportamiento», recalcó Tomasi.
Asimismo, el prelado aseguró que «la protección de las agresiones sexuales sigue ocupando el primer lugar en la lista de prioridades de todas las instituciones eclesiásticas que luchan por poner fin a este serio problema», concluyó el prelado, informa Ep.