Son palabras de Joaquín Manuel Montero, de 39 años de edad, profesor de Informática en Málaga, padre de tres niños y el que viene de camino, y hasta ayer, concejal, segundo teniente de alcalde de Paradas y delegado de varias áreas.
 
La Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo aprobada el miércoles, que sitúa la mayoría de edad para abortar en los 16 años y libera esta práctica hasta las catorce semanas de gestación, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la indignación que ya venía sintiendo Montero dentro de su partido por la aprobación de otras leyes - como la que regula la inmigración- y actitudes que no le gustaban.
 
De modo que ayer por la mañana pero con fecha del día 24 envió una carta al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la secretaria de Organización, Leire Pajín, en la que solicitaba que conste su «baja como militante del PSOE» desde ese mismo miércoles. Además ha puesto a disposición del partido los cargos electos que ocupa en el Ayuntamiento de Paradas, algo a lo que no está obligado aunque se dé de baja del PSOE pues constitucionalmente ese derecho y obligación le viene del electorado que le votó.
 
En la carta, Montero alega que «jamás permitirá que su nombre aparezca junto al de una organización que legitima la muerte de inocentes mediante la aprobación de leyes injustas».
 
Señala que la nueva norma ha sido aprobada «con una ajustada mayoría de voluntades compradas a golpe de concesiones» y agrega que el PSOE ha «obviado el diálogo interno dentro del partido sobre un tema que, no sólo es contrario al humanismo universal que históricamente caracterizó al socialismo, sino que además divide a la sociedad dramáticamente». «Este es un hecho antidemocrático sumamente grave», asevera. Montero destaca que «la falta de libertad dentro del partido es un signo característico e inconfundible para percibir hasta dónde se han traicionado los valores democráticos que siempre caracterizaron a la izquierda».
 
Según dice, aprendió «de viejos y verdaderos militantes socialistas, que dieron hasta el último aliento de sus vidas por los ideales en los que creían, que no hay en nuestros días una afirmación más reaccionaria que la del derecho de una persona sobre la vida del hijo no nacido. Es el derecho de propiedad más absoluto concebible, más allá del derecho del amo sobre el esclavo».
 
Igualmente, recuerda que el PSOE no incluyó esta reforma en el programa electoral de las elecciones de 2008 y añade que «en la ponencia marco del XXXVI Congreso Federal tampoco se hacía mención expresa a promover una nueva ley del aborto donde se considerase este como un derecho». «Hemos engañado al electorado al que representamos», denunció.
 
A su juicio, con la aprobación de esta ley «el Partido Socialista Obrero Español da un paso adelante en la conquista de la sinrazón en la que tanto camino tiene recorrido». «Es evidente -añade- que el PSOE no ha sido capaz de conectar con el espíritu socialista de la clase obrera pobre que lo creó».
 
Explicó que su oposición al aborto se enmarca en «un planteamiento más amplio en contra de todo aquello que forme parte de la cultura de la muerte», como son «los inmigrantes que mueren en pateras tratando de llegar a España, los hambrientos, los niños, esclavos, la eutanasia o las personas que mueren por enfermedades superadas por la ciencia». A la pregunta de si es católico, dijo que nunca ha tenido que echar mano de la religión para defender la vida desde un humanismo universal «pero ahora que ya no estoy en el partido y por primera vez le digo que sí que soy cristiano, creyente y católico». «Por simple humanismo las personas tienen que defender la vida, que es el primero de los derechos».
 
A su juicio, es necesario promover una educación sexual responsable en la escuela y desarrollar desde los poderes públicos programas y leyes de apoyo a las mujeres con embarazos no deseados para que no se vean abocadas al aborto, «la solución más rápida y dolorosa».
 
Pero aún así, Montero seguirá en la política, no en la de partidos sino «en la de corte ciudadano» defendiendo sus ideales. Y lo hace no sólo con sus hechos y palabras sino también a través de la red como partícipe de la creación de una plataforma por la vida.
 
Joaquín Manuel Montero entró en el PSOE en 2001 como simpatizante y dos años más tarde ya era concejal, En total ha estado siete años como capitular, cuatro en la oposición y tres gobernando.
 
El alcalde de Paradas, Manuel Portillo, dijo ayer que debería haberse quedado en el partido para «trabajar» por lo que no esté de acuerdo.