Monseñor Nona, ordenado hace poco después de que su antecesor, monseñor Paulos Faraj Rahho, fue secuestrado y asesinado, describe cómo las recientes matanzas generan la emigración cristiana, lo cual preocupa a la milenaria Iglesia local presente en la región desde los tiempos apostólicos.
 
En declaraciones a la organización internacional católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Prelado alertó que «si la situación continúa como en los últimos días, todos se van a ir. Es muy difícil vivir de esta manera. Los cristianos no saben qué les puede pasar. No importa si están en la oficina, la escuela, o en sus hogares, los cristianos no saben si alguien los va a matar».
 
Resaltando el hecho de que Mosul puede considerarse la ciudad más peligrosa para los cristianos en Irak, monseñor Nona mencionó que la cantidad de cristianos disminuyó enormemente desde 2003, cuando había casi 5 mil familias viviendo en la ciudad. En menos de 24 horas tras el ataque de esta semana, se fueron 10 familias.
 
El arzobispo dijo que pidió a las autoridades de Mosul que aumenten la seguridad, pero que le respondieron que es imposible asegurar totalmente a los cristianos.
 
El Prelado concluyó haciendo un pedido de ayuda y oración a todo el mundo: «necesitamos desesperadamente que recen por nosotros», y subrayó que sería mejor que hubiese más medios de comunicación cubriendo la situación en Mosul.
 
Ayudar a los cristianos en Oriente Medio es ahora prioridad de AIN, luego de recibir una solicitud del papa Benedicto XVI para «ayudar a las regiones donde la existencia de las iglesias locales se vea amenazada».