(Efe/ReL) Varios obispos anglicanos se habrían reunido con miembros de la curia romana, concretamente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en un intento por estrechar vínculos con la Iglesia Católica, a raíz de la crisis que afronta el Anglicanismo por la ordenación de mujeres obispos y sacerdotes homosexuales, según señala hoy el dominical The Sunday Telegraph. La Iglesia de Inglaterra no quiso hacer hoy comentario alguno sobre ese supuesto diálogo y un portavoz se limitó a decir que esta información es una de las muchas historias que aparecen en internet y en (la prensa) escrita, al tiempo que afirmó que debe ser el Sínodo General el que decida los pasos a seguir. Esta información coincide con la reunión que desde el pasado viernes, y hasta el próximo martes, celebra el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra en York. Según el Sunday Telegraph, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, no estaba al tanto de este diálogo con el Vaticano, pero supone un revés para el primado de la Iglesia de Inglaterra, que intenta evitar una gran división en el seno de su iglesia. Varios obispos anglicanos conservadores han expresado la preocupación por la dirección liberal que está adoptando la Iglesia de Inglaterra y han expresado el temor por su futuro. Estos obispos, añade el dominical, se reunieron con miembros de la Congregación de la Doctrina de la Fe, una de las áreas más influyentes del Vaticano, pues impone la doctrina. El rotativo agrega que los obispos han pedido que sus nombres no sean revelados porque se trata de unas conversaciones muy sensibles. El Sínodo General espera votar mañana si decide autorizar la ordenación de mujeres obispos. Una carta enviada por tres obispos anglicanos al arzobispo de Canterbury pone de manifiesto el alcance del descontento por la posibilidad de que las mujeres sean ordenadas obispos. Está claro que la ordenación de mujeres como obispos puede dividir a la Iglesia de Inglaterra mucho más que la ordenación de mujeres como sacerdotes, indica la misiva, de la que informa el citado dominical británico, quien añade que hasta seiscientos presbíteros habrían advertido al primado anglicano sobre su intención de abandonar la Iglesia de Inglaterra por esa razón. Además, el Anglicanismo viene debatiendo la homosexualidad desde que la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos ordenase en el 2004 a Gene Robinson, el primer obispo abiertamente homosexual.