El presidente del Gobierno más hostil a la religión que ha vivido España desde el advenimiento de la democracia, y que hunde sus raíces en la II República Española, periodo en el que se desató una persecución religiosa que llevó a la Guerra Civil, va a rezar en Washington. Al menos, para eso ha sido invitado por el presidente de los Estados Unido, Barak Obama, aunque dada su admiración por el político americano, cualquier ocasión que propiciara el encuentro con su ídolo político hubiera sido acogida con agrado por José Luis Rodríguez Zapatero.
Entodo caso, se trata del «Desayuno Nacional de Oración», una cita organizada desde hace más de 50 años por grupos cristianos estadounidenses, a la que han acudido, entre otras personalidades, la Madre Teresa de Calcuta o el ex premier británico Tony Blair.
De lo que vaya a decir o a hacer Zapatero en los cinco minutos de los que dispondrá nada se sabe salvo que será una intervención «personal, de carácter íntimo». En Moncloa, no sueltan prenda, aunque algo se sabe de lo que el presidente opina de algún pasaje del Evangelio y puede que lo utilice.
En el mes de julio de 2005, José Luis Rodríguez Zapatero pronunció una frase que ha repetido en otras ocasiones, y que se puede interpretar como una enmienda a la totalidad a la Palabra de Dios contenida en la Biblia. Dijo con alborozo el presidente a las juventudes del PSOE: «La libertad os hará verdaderos». Frase que es absolutamente contraria a la recogida por san Juan en el versículo 38 del octavo capítulo de su Evangelio, y que fue pronunciada por Jesucristo: «La verdad os hará libres».
En 1990, la Conferencia Episcopal Española publicó una Instrucción Pastoral sobre la conciencia crsitiana ante la situación moral de nuestra sociedad, en la que hacía hincapié en la relación entre verdad y libertad. En su número 38, y en referencia a la frase de Cristo recogida por San Juan, dicen los obispos: «Para hacer realidad su vida, el hombre tiene que elegir, entre varios proyectos, su meta y su camino. En esto estriba una de sus mayores grandezas. Pero también reside ahí el mayor riesgo que el hombre ha de correr pues no se puede decir que el hombre es libre sólo porque puede tomar decisiones por sí y ante sí: "Si bastase que una acción fuese buena, justa y recta por el solo hecho de haber sido decidida libremente por el hombre, habría que alabar y justificar muchos actos de violencia y crímenes que proceden de decisiones libres del hombre"». Exactamente todo lo contrario con lo que alentaba Zapatero a las juventudes socialistas.
En el fondo de la «antioración» del presidente, aseguraba el cardenal Cañizares en 2007, está la intención de imponer «un relativismo feroz» que es causa directa de horrores como el terrorismo y el aborto, olvidando que «la libertad no es nunca para eliminar a otro».
La ceremonia se puede oir en directo a través de la web de la Casa Blanca.