A raíz de un creciente intercambio de correos electrónicos entre legionarios de diversas regiones, en los que ventilan diferencias sobre el papel que debe cumplir el fundador en el futuro de la congregación y las medidas para impedir situaciones similares en el futuro, el P. Corcuera llamó a los miembros de la congregación a «consolarnos y acompañarnos mutuamente; ser cirineos unos de otros. Vencer nuestras penas fortaleciendo a nuestros hermanos».
«Queridos, muy queridos hermanos, les ruego que nos ayudemos entre todos a vivir este don de la paz, animándonos mutuamente, comprendiéndonos, queriéndonos de corazón, perdonándonos mutuamente, no recriminándonos ni juzgándonos, ni mucho menos humillándonos»; dice el mensaje del director general, en respuesta al intercambio en el que algunos legionarios expresan críticas a los dirigentes que podrían haber sido cómplices de las graves conductas del fundador,de demostrarse que las conocían.
Un veterano legionario que habló con ACI Prensa para proporcionar información de contexto, explicó que el padre Corcuera ha preferido solicitar el fin del intercambio electrónico que llevaba cerca de un mes; y en el que se expresaban «con caridad, pero con energía», dos posiciones diversas frente al futuro de la congregación.
Según la fuente, «se trata de diferencias que más o menos corren por líneas culturales y lingüísticas», en la que algunos legionarios, en su mayoría angloparlantes, solicitan una discusión abierta sobre los errores de Maciel y un cambio de la «cultura interna»; mientras otro grupo, en su mayoría hispano y luso-parlante, considera que los pecados del fundador deberían dejarse en el pasado y procurar corregir los males «con una mayor fidelidad de los miembros al espíritu fundacional».
El intercambio de correos, sin embargo, motivó una segunda carta del padre Corcuera, fechada el 24 de enero de 2010, en la que pide poner fin al debate electrónico. «Creo que el intercambio de opiniones por medio de mensajes electrónicos entre grupos numerosos de sacerdotes, como se ha dado recientemente, es una muestra de confianza y de que nos queremos todos. Pero pienso que por esta vía quizás no terminaríamos nunca e incluso se podrían generar malentendidos y contraposiciones», escribe el director general de la Legión.
«Tenemos que seguir todos trabajando y también buscaremos los mejores caminos para que todos, y especialmente los sacerdotes, puedan aportar serenamente sus dones y sus reflexiones para responder a lo que Dios nos pide en este momento, de manera especial por medio de las indicaciones que esperamos de la Santa Sede . Por ahora lo dejamos madurando en el corazón de cada uno, en familia, ayudándonos a purificar y construir esta obra a la que Dios nos ha llamado», dice la nueva carta.
Al inicio de este año, un reconocido Legionario norteamericano, el padre Richard Gill, anunció que abandonaba la Legión de Cristo por diferencias irreconciliables con sus autoridades respecto del rumbo de la congregación tras las revelaciones de la doble vida del padre Maciel. Los motivos de la renuncia de Gill ha sido uno de los temas discutidos en los intercambios electrónicos.