«Siento vergüenza ajena -escribe este párroco-, cuando un cantante de Mieres se las da de progre y sociata: con dos chalés en Madrid, un chalé con yate en Mallorca e imagino que unas cuentas millonarias en las SICAV. Y, al final, para dárselas de progre, como digo, no le queda más que insultar a un obispo públicamente. ¡Acabáramos!».

También el alcalde del municipio, gobernado por Izquierda Unida, se lleva un buen rapapolvo por sus críticas hacia la petición del párroco a sus fieles. Según el sacerdote, el alcalde de IU, al que en la hoja parroquial se refiere como «ciudadano García», no debe saber lo que es el IVA cuando dijo que afectaría sólo a los sueldos superiores a sesenta mil euros. «¡Ay! ¡Ojalá fuera así! –añade el párroco-, aquí en Mieres la medida afectaría solamente al ciudadano García y a pocos más».

Dolido por las críticas recibidas a causa de su iniciativa a favor de Cáritas, el sacerdote Alfredo de Diego añade que «si alguien se enfada con un pobre cura que pide dinero para los pobres de la parroquia; me parece, digo, que entonces teníais que bramar ante los sueldos de escándalo de algunos cargos públicos. Sueldos que pagamos todos con nuestros impuestos. ¡Eso sí que es un latrocinio! Legal, pero robo».

Víctor Manuel, que ya llamó «hijo de puta» al portavoz de la Conferencia Episcopal Española, tiene ahora ocasión de utilizar su capacidad lírica para contestar al párroco de Turón, aunque sabiendo cómo se las gasta el curita quizás opte por dejar el asunto correr.