El reputado socialista Luis Solana está preocupadao por los miembros del partido socialista que afirman ser católicos porque pasan «muchos ratos amargos». Y para muestra, quien fuera diputado de las Cortes Constituyentes y durante la I Legislatura, presidente de Telefónica y director general de RTVE, propone a José Bono, de quien asegura que «es un católico practicante y un socialista convencido. Pero desde la jerarquía católica no hay día que no le avisen de que está fuera de la Iglesia organización. Su fe no es tratada con caridad y se le advierte que no debe de tener esperanza. ¡Qué situación tan incómoda!».


Hecho el diagnóstico de la «incomodidad» de Bono y sus compañeros socialistas católicos, Solana ve claro que lo que hace falta es un acomodo, un apaño para sus compañeros. «Hay que encontrarles encaje a su ideología trascendente y a su militancia socialista», porque no responden al perfil del «socialista clásico», a saber: «Agnóstico y tiene hacia la religión católicos el mismo respecto que hacia cualquier otro grupo social importante y bien organizado (sic). Poco más. Y tiene una fe total en conceptos como solidaridad, igualdad o justicia».

Por contra, según Solana, un «socialista católico» tiene «muchas dificultades para ser aceptado por la jerarquía de su religión». En concreto, y al hilo de la actualidad, reseña que «si un socialista vota a favor de la nueva ley sobre el aborto, tiene problemas insuperables con los obispos que defienden (y es su lógica) qué es lo que hay que votar si eres católico».

Y «¿qué puede hacer ante esta situación ese socialista católico? claramente hacerse masón» porque «no podemos dejar en tierra de nadie a nuestros compañeros católicos» de quienes, asegura, «tendrían más tranquilidad espiritual haciéndose masones». Tranquilidad y relajo espirirtual que se deriva de la siguiente ecuación: «La masonería cree en Dios y en otra vida: igual que los católicos. La masonería practica conceptos como solidaridad, igualdad y justicia: igual que los socialistas. Y hasta hay en la masonería algo de organización y jerarquía como en la Iglesia católica y en el Partido socialista».

«No lo dudéis», reitera al final de su escrito. «La solución es que se hagan masones».