(Agencias/ReL) En un discurso pronunciado tras el del Papa durante el Angelus, el patriarca Bartolomé I señaló que el diálogo entre los dos principales dogmas del cristianismo continúan a pesar de "dificultades numerosas" y señaló que estaba orando para que esos obstáculos puedan ser superados. Benedicto XVI y Bartolomé I se han reunido en varias ocasiones en un esfuerzo encaminado a promover la reconciliación entre sus iglesias. El Papa dijo ante la multitud que asistió a la misa que la unidad de los cristianos es ahora mucho más importante en un mundo que está cada vez más conectado por medios tecnológicos, pero que no ha encontrado la manera de resolver sus conflictos. "En el mundo del hoy hay nuevos instrumentos de unidad, los cuales, sin embargo, también han creado nuevos conflictos y han fortalecido a los antiguos", agregó. "En estos tiempos de unidad externa, basada en los bienes materiales, tenemos ahora una necesidad aún mayor por la unidad interior, que viene de la paz de Dios", señaló el Papa. En la misa, en la que se festejó la fiesta de San Pedro y San Pablo, se incluyeron lecturas del Evangelio en latín y en griego, efectuadas por sacerdotes ortodoxos y católicos. Tanto Benedicto XVI como Bartolomé I oraron en griego. Poco antes, en la homilía, el Papa había expresado que la "misión permanente de Pedro, jefe de la Iglesia, es hacer que la Iglesia no se identifique jamás con un solo país, con una sola cultura, con un solo Estado; que sea siempre la Iglesia de todos". El sábado, junto al líder espiritual de los cristianos ortodoxos, Benedicto XVI inauguró un año dedicado a San Pablo, en la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma, donde se encuentra un sarcófago de mármol en el que se cree que descansarían los restos del apóstol.