Desde hace seis años se celebra en enero en París una Marcha por la Vida que pide la abolición del aborto y ayudas para las familias. Este domingo contó con la presencia de unos 20.000 manifestantes, la mayor de su historia, y el apoyo explícito de 27 obispos franceses, un número récord en el país, que incluyó por primera vez al cardenal de Lyon, Philippe Barbarin; el obispo de Mans, Yves Le Saux; el arzobispo de la Samoa francesa, Hubert Coppenrath y el obispo de Saint Étienne, Dominique Lebrun, que apareció por sorpresa en la marcha acompañando unos diocesanos. Participaron también delegaciones de grupos pro vida de 10 países, incluyendo España.
Aunque se trata de un encuentro aconfesional, la mayoría de las entidades convocantes son católicas. El ambiente fue festivo, con una mayoría de gente joven. El grupo que cerraba la marcha caminaba rezando el Rosario.
El sábado se celebró un encuentro de oración por la vida en la capital francesa en el que se leyó una carta de apoyo del obispo de San Francisco, George Niederauer. Esta ciudad de Estados Unidos acoge su Marcha por la Vida el sábado 23 de enero (anunciada en autobuses). Más grande es la Marcha por la Vida de Washington, que acogerá unos 200.000 manifestantes este viernes.