Ignacio era un joven muy religioso. Vinculado a Acción Católica no faltaba ningún domingo a misa. Además de defender la fe por internet presumía siempre orgulloso de su tío misionero en Perú.
La catedral anglicana de Southwark, muy cercana al puente de Londres donde se produjo el atentado, acogió este domingo un oficio religioso por los fallecidos al que acudió la primera ministra Theresa May o el alcalde de Londres, Sadiq Khan, entre otros.
May tuvo un recuerdo especial para el joven español tras asegurar antes del acto religioso que “las múltiples historias de coraje que se demostró aquella noche siempre estarán conmigo, como la de Ignacio Echeverría, que murió después de enfrentarse a los terroristas con lo único que tenía, un monopatín”.
“Mi mensaje a aquellos que tienen como objetivo atacar nuestro modo de vida o tratar de dividirnos es claro: nuestra voluntad de mantenernos firmes y superar esta amenaza juntos nunca ha sido mayor”, agregaba la dirigente británica.
El deán de la catedral, Andrew Nunn, leyó al comienzo del oficio los nombres de los fallecidos y expresó que “el amor es más fuerte que el odio, la luz es más fuerte que la oscuridad y la vida es más fuerte que la muerte. Eso era cierto hace un año y lo sigue siendo hoy”.
En una entrevista que emitió este domingo la BBC, Joaquín Echeverría, padre del joven asesinado, afirma que su hijo fue “un hombre bueno” que trató de salvar la vida de otras personas.
“Quiero que se sepa que siempre quiso ser bueno. Yo creo que Ignacio hizo lo que tenía que hacer. No esperaba menos de él”, afirmó el padre.
Los padres de Ignacio Echeverría han destacado la valentía y la fe de su hijo
En otra entrevista para la agencia EFE, su padre aseguraba que “Ignacio es un buen ejemplo de esa situación de defender al indefenso. Los jóvenes tienen que saber que vale la pena ser decente aunque mueras”.
También en recuerdo de Ignacio se celebró este domingo una misa en español en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en Kensington.
Los hechos ocurrieron en la noche del 3 de junio de 2017, cuando tres hombres que conducían una furgoneta arrollaron a los peatones que cruzaban el puente de Londres. Después comenzaron a apuñalar a todo aquel que se encontraban por la calle. La Policía los abatió ocho minutos después.
Gracias a su acción, Echeverría pudo salvar la vida de varias personas, a los que se enfrentó durante varios segundos con su monopatín antes de que muriera apuñalado por los terroristas.