El caso afecta «sobre todo a las víctimas y también profundamente a la iglesia católica», reconoció el purpurado. «Los medios apuntan toda su atención en esos casos y no ven las cosas buenas que hacen la mayoría de los sacerdotes», comentó. «No se puede negar que ha habido episodios dolorosos, pero son casos limitados y con cifras modestas», agregó.
 
«La mayoría de los obispos en el mundo son dignos, están comprometidos con su ministerio, dispuestos a ofrecer la propia vida e inclusive la pierden en nombre del Evangelio», ha asegurado el cardenal Claudio Hummes, en una entrevista concedida a LOsservatore Romano. El papa Benedicto XVI aceptó la renuncia en diciembre de cuatro obispos irlandeses acusados de haber encubierto el caso.
 
Un informe elaborado por una comisión presidida por la juez Yvonne Murphy concluyó en noviembre, después de tres años de investigaciones, que los responsables de la archidiócesis de Dublín protegieron a los autores de los abusos y no los denunciaron a la Policía durante más de tres décadas.

Numerosos casos por sacerdotes pedófilos han sido denunciados en diversos países y en particular en Estados Unidos, donde se puso al descubierto en el 2002 que entre 4.000 y 5.000 sacerdotes abusaron sexualmente de unos 14.000 niños y adolescentes durante décadas. Igualmente estallaron escándalos por abusos y maltratos en Australia, Canadá y en varios países de Hispanoamérica, informa AFP.