En ese sentido, el consejero de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, ha señalado que «la sociedad valenciana es abierta y lo es desde hace muchos siglos» y ha explicado que «los diferentes pueblos que han convivido en nuestra tierra la han conformado y han marcado nuestra forma de ser constructiva, confiada y tolerante».
 
«Para lograr la cohesión social de las diferentes culturas que coexisten en la Comunidad hay que promover su conocimiento así como el diálogo entre éstas y las instituciones públicas, con el objetivo de transmitir recíprocamente valores de tolerancia, respeto y justicia social. El fin es el enriquecimiento mutuo», ha destacado.
 
El musulmán es el segundo grupo confesional por orden de entidades en la Comunitat y se estructura en dos federaciones, la Unión de Comunidades Islámicas en la Comunitat Valenciana (UCIDE) y el Consejo Islámico Superior de la Comunitat Valenciana (CISCOVA). Según las mismas fuentes, la comunidad islámica está repartida por un gran número de comarcas, a excepción de las de interior menos pobladas y en zonas como la Ribera Baja, informa Efe.
 
Por el contrario, hay un elevado número de comunidades islámicas en el Bajo Segura en la provincia de Alicante, donde hay asentadas muchas familias marroquíes en ciudades como Torrevieja y Orihuela, así como en la Plana Baixa y otros municipios del Alto Palancia y Alcalatén, que se hace extensivo a toda la provincia de Castellón.
 
Actualmente, en la Comunidad hay unos 130.000 creyentes islámicos, que representan el 10,95 por ciento del total de extranjeros y al 2,6 por ciento de la población total valenciana. Este fenómeno, según las fuentes, es debido al incremento migratorio de ciudadanos del norte de África (Marruecos y Argelia), África Occidental (Mauritania, Senegal y Mali) y Oriente próximo y Pakistán.
 
Actualmente, distribuidas por toda la Comunitat, además de las católicas, conviven entidades evangélicas, islámicas, testigos de Jehová, budistas, adventistas, ortodoxas, mormones, judíos, hindúes o baha´s, entre otros.