Juan Manuel de Prada se ha convertido en el azote del llamado «matrix progre», o todo lo que tenga que ver con la cultureta progresista tan presente en la opinión pública española. La última denuncia de esa «nueva tiranía» tiene que ver con la decisión del alcalde de Logroño de hacer desaparecer del calendario municipal las festividades cristianas.


«En su obsesión enfermiza por falsificar la religión católica, –escribe De Prada– los gobiernos de progreso caen en los excesos más abracadabrantes (...). Y, como ha hecho el alcalde de progreso de Logroño, colocan en el calendario la Independencia de Pakistán para desalojar la Asunción de la Virgen, a la vez que conmemoran el nacimiento de Mahoma y silencian el de Cristo».

«En su celo anticatólico –continúa De Prada– este calendario riojano se ha olvidado de señalar con almagre la fiesta de la vendimia; y es natural que así sea, porque el católico bebe para recordar su esperanza, como el progresista lo hace para olvidar su desesperación».

Por último, el escritor zamorano señala que «los alcaldes de progreso podrán confiscar el calendario, como tienen confiscado el callejero; pero las fiestas siempre se les escaparán por la gatera del alma, que no cree en la posteridad ni adora el Progreso. Y nunca está ociosa».