El Camino Neocatecumenal ha comunicado a la Santa Sede la incorporación de María Ascensión Romero al equipo responsable a nivel internacional de esta iniciación cristiana de adultos después de que el 19 de julio de 2016 falleciera Carmen Hernández.
María Ascensión Romero no sustituye a Carmen Hernández, sino que pasa a formar parte del equipo compuesto por el iniciador del Camino y responsable, Kiko Argüello, y el presbítero Mario Pezzi.
Los estatutos del Camino Neocatecumenal fueron aprobados de manera definitiva en 2008 por Benedicto XVI después de un periodo ad experimentum y de un profundo estudio por parte de la Santa Sede.
En el capítulo VI de los Estatutos, bajo el título “El equipo responsable internacional del Camino”, se establece la manera de proceder ante el fallecimiento de uno de sus miembros. El artículo 34 indica que “tras el fallecimiento de uno de los dos iniciadores (…), el otro queda como responsable del Equipo internacional y, oído el parecer del Presbítero, procederá a completar el Equipo internacional. En caso de fallecimiento o renuncia del Presbítero, los iniciadores eligen otro presbítero y lo presentan al Pontificio Consejo para los Laicos para su confirmación”.
La incorporación de María Ascensión Romero se ha dado a conocer al Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del nuevo Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida.
María Ascensión Romero, 25 años de misionera en la ex Unión Soviética
María Ascensión Romero Antón nació el 27 de mayo de 1960 en la Tudela, Navarra (España). Es la tercera de 4 hermanos y estudió en el colegio de la Compañía de María (el mismo en el que se formó Carmen Hernández).
Más adelante se trasladó a Soria para estudiar Magisterio. Fue en el último año de universidad, a los 19 años, cuando conoció el Camino Neocatecumenal, donde encontró respuesta a los interrogantes existenciales y descubrió el sentido de la vida. Al concluir la universidad regresó a Tudela y se incorporó a la primera comunidad neocatecumenal en la parroquia de San Jorge.
En 1983 aprobó las oposiciones de Magisterio en Madrid y se trasladó allí para trabajar como maestra en varios colegios de la capital durante 9 años. Es allí donde se incorpora al Camino en una comunidad en la parroquia de Santa Catalina de Siena.
En 2002, junto al resto de la comunidad, concluyó el itinerario neocatecumenal y renovó solemnemente las promesas bautismales durante la Vigilia Pascual en la Catedral de La Almudena, presidida por el entonces Arzobispo de Madrid, el Cardenal Rouco Varela.
En 1987 comenzó a asistir a las convivencias de itinerantes y en una de ellas siente la llamada a la evangelización. Llamada que fue confirmada en agosto de 1989 al término de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Santiago de Compostela con Juan Pablo II, confirma esta llamada de Dios en el encuentro vocacional con Kiko Argüello, Carmen Hernández y el P. Mario Pezzi ante la Virgen del Pilar de Zaragoza.
En 1991 siente de nuevo la llamada en el encuentro vocacional en Varsovia tras la JMJ de Częstochowa (Polonia). Es precisamente allí donde al ver a jóvenes rusos cantando el canto “Resucitó” pensó en la alegría de anunciar el Evangelio en una tierra que durante tanto tiempo vivió bajo el comunismo.
Un año después, María Ascensión fue enviada como itinerante a la ex Unión Soviética, donde ha permanecido 25 años.
En la convivencia de itinerantes de junio de 1992 fue destinada a Gómel (Bielorrusia), la misión católica más cercana a Chernóbil. En 1996, junto a otras hermanas itinerantes, fue trasladada a Aktyunbinsk, en Kazakstán. En 2005 fue enviada a San Petersburgo (Rusia). Allí ha trabajado en la misión junto a otra hermana y familias de Italia y de España.
Tras la muerte de la co-iniciadora del Camino, Carmen Hernández, Kiko Argüello y el P. Mario Pezzi solicitaron su colaboración.
“Carmen es insustituible. Espero que Dios me ayude”
María Ascensión Romero, asegura que “Carmen es insustituible, una mujer llena de fe, de sabiduría y de amor a Cristo, valiente, libre, inteligentísima y sobre todo una santa, que ha sido fiel hasta el final al carisma recibido del cielo”.
“Aunque no voy a sustituir a Carmen, esta elección me ha dejado completamente perpleja, pues siento que soy una persona débil y pobre para una misión tan grande como es ayudar a Kiko y al P. Mario”.
Además, señala que “siempre que he obedecido a Kiko, Carmen y el Padre Mario he visto en la historia que estaba haciendo la voluntad de Dios” y “por eso acepto esta elección, considerándome indigna, pero esperando que Dios me ayude”.
“En medio de la sorpresa siento un gran agradecimiento por la gracia tan inmensa que supone esta elección. Pido a la Santa Virgen María, que ha inspirado este Camino, me sostenga”.